En el colegio número 666 "Piragine Niveyro" rondan misteriosas y aterradoras figuras. Un vecino le contó a Crónica que “la policía viene porque escuchamos que arrastran la mesas de las aulas, abren las canillas y se percibe movimiento como que hay gente, pero cuando entran al lugar no hay nadie”.
Por Marco Bustamantembustamante@cronica.com.ar
Desde hace varios años, es vox populi entre los habitantes de la capital correntina que en la escuela Nº 666 “Piragine Niveyro” rondan misteriosas y aterradoras figuras. La institución funciona en un edificio ubicado en el barrio 17 de Agosto, más precisamente en la intersección de las calles Lavalle y Santa María de Oro.
Quiso el destino que lleve el número 666 (la marca de la bestia según profecías bíblicas), algo así como un presagio de algunos acontecimientos que después ocurrirían.
“Crónica” pudo dialogar con personas que conocen desde hace tiempo el barrio, y fueron ellos quienes nos contaron sobre los posibles orígenes del terreno en el que está emplazada la estructura desde hace 12 años. Al parecer, el perímetro era utilizado hace más de cinco décadas como cementerio particular de una familia adinerada de Corrientes.
De buen pasar económico, se habrían dedicado en esa época a la cría de caballos que eran utilizados en el desaparecido hipódromo local.
Figuras inquietantes
Según datos acercados a nuestra redacción, personas que trabajan en el lugar habrían presenciado la aparición en múltiples oportunidades de inquietantes figuras traslúcidas, transitando por los corredores de la institución.
La mayoría de ellas, mujeres y, rara vez, alguna figura pequeña, aparentemente un niño. A la comisaría de la zona llegan constantes denuncias por ruidos y movimientos en el interior del centro educativo en horas de la noche.
Un vecino, que pidió no ser identificado, nos contó que “la policía viene porque escuchamos que arrastran la mesas de las aulas, abren las canillas y se percibe movimiento como que hay gente, pero cuando entran al lugar no hay nadie” sostuvo.
Fuego intencional
Para completar el cuadro paranormal que rodea al colegio, el 17 de agosto de este año un incendio intencional destruyó ocho salones, la biblioteca y la rectoría. Si bien no se registraron personas heridas, el fuego arrasó con mobiliario, computadoras, ficheros y el cielorraso.
Actualmente la escuela esta en plena refacción y cuenta con custodia policial las 24 horas. Los guardias de seguridad se resisten a quedarse durante la noche en el interior del lugar porque, según dicen, son molestados por estas entidades espectrales.
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