Cuando somos pequeños una de las primeras cosas que nuestros padres nos enseñan, o al menos una de las más fundamentales, es ser ordenado. “¡Recoge tus juguetes!” “¡Levanta tu plato de la mesa!” “Pon tu ropa en su lugar”, y luego un larguísimo etcétera. Pero hay una cosita más: “¡Haz tu cama!”. Oh, las madres como detestan entrar a las habitaciones de sus hijos y ver la cama hecha un desastre. Y entonces fue así la manera en que nosotros fuimos buenos hijos, obedecimos y desde ese momento comenzamos a hacer nuestras camas absolutamente todos los días (sí, claro).
¡Pero hay buenas noticias para ustedes, perezosos, y para mí! Está comprobado científicamente que es mucho mejor no hacer tu cama a hacerla. ¿Por qué?, se preguntarán, incluso pensarán que estoy mintiendo pero lean esto. Prácticamente ordenar la cama es malo para la salud, ¿la razón? Por los ácaros de polvo que viven en esta y se alimentan de nuestra piel. ¿Cómo combatirlos? ¡Sencillo! Deja de acomodar tus sábanas, los ácaros son más dados a vivir en una cama ordenada a una desordenada, ¡como la mía!
Según los investigadores, este tipo de microorganismos sobreviven en climas húmedos y cálidos como los que se generan cuando la cama está hecha. Sólo puedes exterminarlos acabando con ese clima, es decir, dejando la cama deshecha y provocando que estos organismos se sequen y mueran. (O sea, siendo los flojos de siempre.
“Algo tan simple como dejar la cama deshecha durante todo un día puede eliminar la humedad de las sábanas y el colchón y conseguir que los ácaros se deshidraten y finalmente mueran”, le explicó Pretlovea a la BBC.
Con estos hallazgos se podrán prevenir alergias o enfermedades de ese tipo. ¡Así que adelante, ya tienes más razones para ser el perezoso de siempre!
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