Son pocos, pero tienen la increíble capacidad de fastidiar la vida de miles de personas con solo un parpadeo gracias a su abultada cartera. Son multimillonarios, y por si el simple hecho de estar forrados no fuera suficiente para generar poca simpatía, ellos coquetean además con la corrupción, los paraísos fiscales y tienen una asombrosa facilidad para meter la pata.
A pesar de ser un reducido y exclusivo grupo, parecen una plaga que se extiende por todo el mundo. De todos ellos, estos son los que tienen el dudoso honor de ser los multimillonarios más odiados del planeta:
10.- Villar Mir
Negocio: Construcción, industrias energética y siderometalúrgica, producción de fertilizantes… De todo un poco.
Tropelía: ¡Secar una cascada!
Imputado por el presunto amaño de una concesión en Baleares, Villar Mir ha tenido más de un problema con la Justicia últimamente. Según los famosos papeles de Bárcenas, nuestro multimillonario habría sido el principal beneficiado por las obras del Partido Popular y su polémica contabilidad B. Por si fuera poco, ahora una de sus firmas deberá pasar por caja y pagar más de 8 millones de euros por haber secado una cascada única en Galicia. Solo le salva haber sido el primer gran empresario español en defender a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena.
9.- Sheldon Adelson
Negocio: Casinos y hoteles.
Tropelía: Querer convertir Madrid en Las Vegas.
Las sospechas de blanqueo de capitales y corrupción rodean constantemente los casinos del señor Adelson, que en su momento tuvo la intención – con el compadreo necesario por parte de Esperanza Aguirre – de instalar en la capital una burbuja llena de peligros: la del juego. Ladrillo y ludopatía, juntos. Una joyita de proyecto que, por suerte, cayó por su propio peso.
8.- Florentino Pérez
Negocio: Construcción y todo tipo de industrias a través del grupo ACS.
Tropelía: Entre otras, poner dinero en la trama Púnica.
Curiosamente, el nombre de Florentino Pérez suele estar vinculado al de algunos genios de la corrupción. Además de reconocer haber pagado 300.000 euros en la trama Púnica, Pérez ha contado con la ayuda financiera de Miguel Blesa para sus negocios futbolísticos. Además, sus experimentos con el peligroso Proyecto Castor nos han costado a los españoles un susto y un buen pellizco en las arcas públicas.
Más allá del mundo de la construcción y las industrias energéticas, Pérez ya tiene, de partida, el odio de todos los culés del mundo y también el de algunos madridistas que ven cierta relación entre los fichajes del Real Madrid y las concesiones obtenidas por sus empresas.
7.- Silvio Berlusconi
Negocio: Medios de comunicación.
Tropelía: Abusar del poder y de la cirugía estética.
Insoportable, mujeriego y un dudoso gestor durante la crisis en Italia. Silvio Berlusconi es el protagonista de un número de escándalos suficiente como para escribir varios libros. Fraude fiscal, abuso de poder, un turbio asunto con prostitutas menores de edad, soborno a funcionarios o financiación ilegal de partidos son algunas de las perlas que rodean la carrera política y empresarial de este Casanova que ha hecho todo tipo de barrabasadas (pero siempre con su mejor sonrisa).
6.- Donald Trump
Negocio: Su compañía opera casinos y él quiere llegar a presidente de los Estados Unidos.
Tropelía: Abrir la boca. El pelazo.
El magnate ha entrado en la carrera hacia la Casa Blanca como un elefante en una cacharrería. Tras dedicar unas bonitas palabras hacia los inmigrantes mexicanos, Trump está envuelto en una polémica de la que no sabe cómo salir. Ha afirmado que Estados Unidos es el basurero de Mexico, que el país latinoamericano es una fuente de problemas y ha atacado al gobierno de Obama por permitir que lleguen “indeseables” a Estados Unidos.
Más allá de estas perlas dedicadas por Trump a los mexicanos, el magnate y sus negocios inmobiliarios también se han visto envueltos en el pasado en casos de fraude y estafa.
5.- Amancio Ortega
Tropelía: Fabricarla explotando a trabajadores de la otra mitad del mundo.
Cerca de la mitad de los proveedores de Inditex son asiáticos. Así, el imperio de Amancio Ortega se levanta sobre la explotación de trabajadores –menores incluidos- en fábricas en las que la seguridad y los derechos laborales brillan por su ausencia. La tragedia del incendio en una de esas fábricas en Bangladesh destapó las miserias que se esconden tras cada prenda de ropa vendida en las tiendas de Ortega.
4.- La familia Walton
Negocio: Distribución y venta a través de Walmart.
Tropelía: Esclavizar a sus empleados por cuatro duros.
Christy, Jim, Rob, y Alice Walton son los hijos del fundador de Walmart y han amasado millones de dólares sin darle un palo al agua y explotando a sus trabajadores. Un documental recoge los atropellos que sufren los empleados de la cadena: cobran unos 8 dólares por hora (unos 6 euros). En solo 60 minutos el presidente de la compañía consigue más de lo que gana un trabajador en un año.
3.- Rupert Murdoch
Negocio: Medios de comunicación.
Tropelía: Protagonizó un escándalo al conocerse que uno de sus medios realizaba escuchas telefónicas ilegales.
Cantantes, políticos y miembros de la familia real británica fueron espiados por News of the World, uno de los medios del imperio del magnate. Además de por el carácter sensacionalista de sus cabeceras, Rupert Murdoch ha cosechado simpatías alrededor del mundo al verse salpicado por casos de sobornos a políticos.
2.- Vladimir Putin
Negocio: Dirigir Rusia.
Tropelía: Aprobar una ley contra la propaganda homosexual.
La lista de medidas impopulares adoptadas por Putin no es precisamente corta. Además, está sazonada con algún fraude electoral, la encarcelación de los más críticos con su gobierno o aquel pequeño detalle de la invasión de Crimea. La guinda del pastel es esa ley que prohíbe cualquier publicación positiva sobre la homosexualidad que ha servido para que la comunidad LGTB de todo el mundo odie con todas sus fuerzas al zar Putin.
1.- Kim Jong-un
Negocio: Ser el líder supremo de Corea del Norte.
Tropelía: Nada más allá de tener encerrados en el país a todos los norcoreanos. Es un santo el joven.
En realidad, además del carácter dictatorial de Corea del Norte, el pequeño líder norcoreano se dedica a sembrar el pánico entre los habitantes del país con ejecuciones ejemplarizantes que harían temblar a cualquiera. Las leyendas apuntan a que ha acabado con la vida de 70 altos funcionarios en solo tres años. Este multimillonario que permite que sus compatriotas vivan en la pobreza también cultiva el mal en campos de trabajo y amenaza a medio mundo con un ataque nuclear.
Moderadamente inspirado en Worthly y sazonado con información de El País (2 y 3), El Confidencial (y 2), El Mundo (y 2), El Economista, Mundo Deportivo, Vanguardia, La Nación, El Nuevo Día y Wikipedia.
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