lunes, 20 de julio de 2015

EL TIRABIQUE de José Antonio Illanes

Foto de José Antonio Illanes.
EL TIRABIQUE
Os lo voy a contar porque no perjudicará a vuestra lectura del “El preferido de Dios”. El tipo de la imagen es Pedro Pérez el Tirabique, natural de Alpandeire, en el valle del Genal, Málaga. En este retrato lo vemos poco antes de la contienda, cuando todavía se dedicaba al contrabando de paños y tabaco con Gibraltar. Tiene cuentas pendientes con las justicias de casi todos los pueblos de la sierra, por contrabando y cosas peores.
Su buen olfato para los negocios ...le hizo ver en la guerra una oportunidad única para enriquecerse. En los tiempos actuales la hubiera visto en la política o en el narcotráfico. No cree en nada ni en nadie, salvo en el dinero. Por una bolsa de reales mataría a su propia madre, literalmente, y muchos franceses traían los bolsillos llenos. Es un sujeto brutal, despiadado y cruel, el último hombre a quien a usted le gustaría encontrar en los caminos de Ronda
Comanda lo que él denomina una “partida de patriotas”, a pesar de no estar autorizado por la Regencia ni por nadie con mando en la sierra. Sus socios en el negocio son de su mismo perfil o peores: el tartamudo Rata, el franciscano recoleto Miguel Zambrano fray Manteca, el Perico, maestro frustrado de primeras letras... en fin. Los gabachos, más precisos y siempre reacios a los eufemismos, denominan a su grupo “cuadrilla de bandidos”.
El Tirabique tiene mala reputación entre las partidas de guerrilla, y el día que el cura de Riogordo, comandante de otra, le eche el guante, lo ahorca ipso facto del primer árbol que encuentre, si no lo hace antes el gobernador militar del distrito de Ronda, coronel del regimiento 43, barón del imperio Jean Claude Baussain, otro elemento de cuidado.
Cuando estaba haciendo el casting para mi novela, que os aseguro fue durísimo, estuve a punto de rechazar al Tirabique. Buscaba gente con pocos escrúpulos, no sin ninguno. Pero otros con todavía menos habían superado la prueba con éxito, así que le di el papel. Y yo les pregunto: ¿Puede un sujeto con este currículum ser el preferido, no de Dios, sino de alguien en sus cabales? ¿Nos les gusta más la otra foto para portada de un libro?
Por cierto, ¿tendrá Dios preferidos? Según el coronel de Dragones adscrito al estado mayor de L’Armée du Midi, Deogratias Dujat de Saint-Saëns: “Dios, de existir, no habría cometido la injusticia de tener un preferido”. Sin embargo, en esta novela, parece que Dios quiere contradecirlo.

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