“Marxista-leninista, internacionalista, trabajador incansable por la revolución, cultor y crítico de la teoría revolucionaria, el Che Guevara podría definirse visualmente, mediante la simple representación de un hombre con un fusil en una mano y en la otra un libro”, afirma Gustavo González Pérez, profesor de Filosofía y Ciencias de la Educación, a propósito de los 87 años del histórico comandante guerrillero, que se conmemoraron ayer 14 de junio.
Libro y fusil, señala el directivo del Centro Internacional Miranda, simbolizan “la mas perfecta congruencia” ente la acción y “su pensamiento, que también profundizaba en la economía, la sociología y el petróleo”.
COMBATIVIDAD Y CONSECUENCIA
“Admiro su gran voluntad, su combatividad, su claridad y consecuencia de pensamiento; admiro al Che humanista, profundo y culto; el de a pie, exento de egoísmos personalistas, confundido con el pueblo llano de todos los días, consciente del torbellino que le correspondió vivir”, expresa González Pérez, quien reiteras que “el Che era un ser humano congruente en su vida con sus ideas y principios”.
El docente caracterizó al Che como un hombre “cargado de amor y entrega revolucionaria por el prójimo, capaz de ofrendar su propia vida por la liberación de los oprimidos y por la construcción del socialismo”.
Esa entrega fue real y así lo demuestra la historia: “Afirmaba que el destino del hombre es acercarse más y más a lo máximo de la condición humana y no cesar en ese empeño; practicó con su ejemplo lo que decía y exigía, pues pudo haberse quedado en Cuba donde desempeñaba los más altos cargos y gozaba del inmenso prestigio revolucionario que lo acompañaba, pero murió en las montañas de Bolivia combatiendo contra el imperialismo”.
AMPLIO LEGADO
“Conviene precisar que el pensamiento del Che no es sólo político”, reiteró: “Profundizó en la sociología y alcanzó gran dominio de la economía, incluso en el área petrolera”. Además, estudió los movimientos revolucionarios en el mundo, la guerra de guerrillas, “pero lo clave de su pensamiento y su legado es la concepción del hombre nuevo”.
“Esto lo afirmamos porque el Hombre Nuevo del Che Guevara atesora una visión hacia el futuro de la condición humana, con toda la carga de valores que ello representa y el hecho de que no se ha cristalizado, valoriza esta idea, por cuanto siempre estará presente esa necesidad”. “Es un camino trazado y tenemos la responsabilidad de ayudar a su concreción”, sentencia el investigador.
Aseveró que Guevara aportó su visión sobre el trabajo como “acto creativo más que de producción”. “Insistió permanentemente en la necesidad de que el ser humano debía ver el trabajo como un constante acto de transformación y realización, aunado al estudio como herramienta para el crecimiento”.
Un episodio que González Pérez considera de especial valor es “el valiente discurso en Punta del Este” (8 de agosto de 1961), en el que “denunció directamente a Estados Unidos, señalando sus atrocidades y reivindicando el espíritu de lucha del pueblo cubano, la voluntad de defensa de una revolución asediada, preparándose permanentemente para una eventual invasión”
Ese discurso definió “el rompimiento valiente de un pequeño país soberano frente a la nación más poderosa del mundo y sus aliados”, comenta, y aporta un dato poco conocido: “Parte de la documentación con la cual el Che sustentó su intervención se basó en los documentos que una brigada de la UCV le incautó al embajador norteamericano Teodoro Moscoso a su paso por la ciudad universitaria”.
EL INTERNACIONALISMO
González Pérez recuerda que el Che manifestó la idea del internacionalismo en múltiples ocasiones: “Se le escuchaba decir, palabras más, palabras menos, ‘El destino y la solidaridad con todos los pueblos al sur del Río Grande es también nuestro compromiso de lucha’, y esto lo cumplió.
“Abrazó la causa de los más desprotegidos a costa de un inmenso sacrificio, sobrellevando una severa dolencia de salud, era asmático, que no le impidió sobrevivir en las condiciones y exigencias más inclementes. Actuó movido por causas como la revolución cubana, el nacimiento de movimientos insurgentes en América latina, las luchas de liberación de los pueblos de África, y fue asesinado por la CIA en Bolivia en 1967” relata.
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