Kerry Derham, una mujer de 31 años residente del Reino Unido, intentó suicidarse cuando creyó que su vida no tenía sentido alguno, pues cargaba en sus espaldas enormes deudas económicas, baja autoestima debido al sobrepeso, y la tristeza de una relación destructiva. Sin embargo, cuando empezó a practicar 'pole dancing', vio en ello una motivación para continuar.
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Y así fue. Tras cortarse las muñecas y sobrevivir, dió rienda suelta al baile en tubo, pensando que esto, y no tomar los múltiples antidepresivos que los médicos le recomendaban, la ayudaría a salir adelante.
"El pole dancing me dió un nuevo sentido de diversión y confianza de que no había sentido durante tanto tiempo."
A los 20 años, Kerry comenzó a refugiarse en la comida luego de que su última relación la había dejado destrozada y sin ánimos de nada. Entonces, en poco tiempo subió 14 kilogramos. Pero la mala racha no terminaría allí, en 2009, perdió su casa por culpa de deudas financieras que, según ella, se desarrollaron a raíz de malas amistades:
"He tenido gente a mi alrededor que estaba esperando el momento justo para aprovecharse de mí. Siempre había pagado todas mis cuentas y la hipoteca a tiempo".
No obstante, este fue el foco rojo que hizo ver a Kerry que no se podía hundir más a ella misma, así que tomó cartas en el asunto y se comprometió a realizar algo que, por principio de cuentas, le ayudará a salir de la depresión que su físico que le provocaba, para luego asomarse al mundo y comenzar de nuevo; trabajando.
"Me miré en el espejo y simplemente no me gusta lo que veía. Ni siquiera sé por qué me decidí por el pole dancing. Sólo pensé que era algo diferente y que me daría una oportunidad", fueron las palabras de la ahora atractiva chica. Y agregó que:
"Tengo la suerte de sentirme cómodo económicamente, pero no lo hago por el dinero; ahora este es mi sueño. El baile salvó mi vida".
"El pole dancing me dió un nuevo sentido de diversión y confianza de que no había sentido durante tanto tiempo."
A los 20 años, Kerry comenzó a refugiarse en la comida luego de que su última relación la había dejado destrozada y sin ánimos de nada. Entonces, en poco tiempo subió 14 kilogramos. Pero la mala racha no terminaría allí, en 2009, perdió su casa por culpa de deudas financieras que, según ella, se desarrollaron a raíz de malas amistades:
"He tenido gente a mi alrededor que estaba esperando el momento justo para aprovecharse de mí. Siempre había pagado todas mis cuentas y la hipoteca a tiempo".
No obstante, este fue el foco rojo que hizo ver a Kerry que no se podía hundir más a ella misma, así que tomó cartas en el asunto y se comprometió a realizar algo que, por principio de cuentas, le ayudará a salir de la depresión que su físico que le provocaba, para luego asomarse al mundo y comenzar de nuevo; trabajando.
"Me miré en el espejo y simplemente no me gusta lo que veía. Ni siquiera sé por qué me decidí por el pole dancing. Sólo pensé que era algo diferente y que me daría una oportunidad", fueron las palabras de la ahora atractiva chica. Y agregó que:
"Yo había visto en la televisión que el baile de tubo era una buena forma de tomar otra actitud y en cuanto lo probé, supe que era cierto. Fue un reto y fue muy divertido y era mi escape de todo lo que estaba pasando en mi vida".Poco a poco, la mujer fue perdiendo peso hasta convertirse en otra persona. En 2012 decidió abrir su propio negocio para enseñar acondicionamiento fìsico con el pole dancing y así, un negocio la llevó a otro:
"Tengo la suerte de sentirme cómodo económicamente, pero no lo hago por el dinero; ahora este es mi sueño. El baile salvó mi vida".
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