domingo, 22 de marzo de 2015

Susana Díaz gana las elecciones andaluzas y Podemos irrumpe como tercera fuerza

Susana Díaz saluda a un miembro de la mesa electoral antes de votar en Sevilla.



Por debajo de la mayoría absoluta, pero por encima de todos los demás. Esta era esta noche la primera apreciación de la dirección federal del PSOE; pero no solo del secretario general, Pedro Sánchez y su Ejecutiva. Los dirigentes territoriales, que serán examinados en las urnas en ocho semanas, en las elecciones autonómicas y municipales, destacaban la trascendencia de que en la primera prueba de la larga marcha electoral de 2015 el PSOE fuera ganador.
Una cadena de derrotas jalona la historia electoral del PSOE desde hace cuatro años y cuando un nuevo ciclo electoral empieza en España, con la aparición de nuevos actores políticos, los socialistas se apuntan la victoria al comienzo de un tiempo nuevo que, en principio, les amenaza directamente. En los despachos de la dirección federal socialista, en la calle Ferraz de Madrid, no se atisbaba desazón y mucho menos desánimo porque hubiera pérdidas de voto en relación a las elecciones de 2012.
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, llegó a la sede socialista a punto de cerrar los colegios electorales para seguir con el secretario de Organización, César Luena, y otros miembros de la Ejecutiva el discurrir de los datos y ser el primero en felicitar a Susana Díaz. Las fluctuaciones en la adjudicación de escaños no les hicieron variar el fondo del análisis de lo ocurrido, según constataron los secretarios generales con los que hablaban desde Ferraz.
Desde que comenzó el recuento, o mejor, desde que empezó la campaña electoral andaluza, los socialistas, como la mayoría de los grupos políticos, aguardaban con ansiedad una prueba real de la fuerza de los nuevos. Su irrupción no es desdeñable como “fuerzas de oposición”.
Así es donde el PSOE les va a colocar durante la campaña municipal y autonómica, que se abre hoy mismo oficiosamente, y para las elecciones generales de finales de año. No hay duda de que en España hay una nueva oposición representada por los partidos de Pablo Iglesias y de Albert Rivera que ha sabido empatizar con la ciudadanía e interpretar enfado y esperanza con gran habilidad, según este resultado andaluz. Una nueva oposición que ha barrido a UPyD, mordida por Ciudadanos y ha debilitado a Izquierda Unida; nada le importa al PSOE lo que le ocurra a Podemos, pero les inquieta profundamente que la coalición de la izquierda no aguante ante la fuerza de los de Iglesias.
El análisis interno de los socialistas incluía la satisfacción porque “la marca” aguanta, obviando que Susana Díaz ha hecho una campaña marcadamente personal con las siglas del PSOE en una esquina. ¿Gana Díaz pero también Pedro Sánchez? A este terreno es donde quiere llegar el equipo de Sánchez para reseñar que si el mérito del resultado es de la candidata, Sánchez no ha restado. La tregua interna que se ha vivido en el PSOE en esta campaña se va mantener para las elecciones municipales y autonómicas por razones de supervivencia e imposición de quienes se la juegan directamente como son los candidatos autonómicos y los aspirantes a alcaldes.
Ahora lo importante para los socialistas es que estas elecciones han demostrado que Podemos no es la alternativa de Gobierno de la izquierda; sino que es una fuerza relevante de la oposición. “Podemos no es Syriza”, señalan en el PSOE.