"Así como hay gente que conserva sus cálculos renales o tiene las cenizas de su familiares, mi pierna es mi prioridad", expresó un holandés a los médicos, que no querían darle su parte del cuerpo. Planea venderla y comprarse una prótesis biónica.
El holandés Leo Bonten decidió
convertir su pierna amputada en una lámpara y ponerla a la venta en una
famosa página de internet. La oferta inicial era de 80 mil dólares,
pero retiraron el anuncio debido a que Bonten incumplió la política que
prohíbe la venta de partes de cuerpo humano.
La pierna derecha de Bonten fue removida quirúrgicamente en junio del 2014, tras desarrollar una infección grave debido a un accidente que le destrozó los huesos en el 2012. Mientras esperaba la operación, Bonten informó que quería convertir su pierna en una lámpara, a lo que los médicos respondieron con negativas, argumentando que el hospital incineraría la pierna.
El hombre luchó hasta el cansancio argumentando que la pierna era de su propiedad, así que finalmente le dieron el visto bueno. "Mi pierna es de mi propiedad. Hay gente que conserva sus cálculos renales en un tarro en las repisas o las cenizas de los muertos o pedazos de piel con tatuajes. Voy a hacer una lámpara de mi pierna", señaló Bonten.
El patólogo Frank van de Goot fue el encargado de mantener la extremidad después de la cirugía. En cuanto a la iluminación, Willem Schaperkotter se encargó de convertirla en una lámpara mediante su fijación en formol dentro de un gran recipiente cilíndrico. "Sé que nunca voy a correr de nuevo, pero el hecho de que todavía tengo la pierna me ayuda a lidiar con la pérdida, sobre todo si puedo venderlo y usar el dinero para comprar una pierna biónica", declaró a The Mirror.
La pierna derecha de Bonten fue removida quirúrgicamente en junio del 2014, tras desarrollar una infección grave debido a un accidente que le destrozó los huesos en el 2012. Mientras esperaba la operación, Bonten informó que quería convertir su pierna en una lámpara, a lo que los médicos respondieron con negativas, argumentando que el hospital incineraría la pierna.
El hombre luchó hasta el cansancio argumentando que la pierna era de su propiedad, así que finalmente le dieron el visto bueno. "Mi pierna es de mi propiedad. Hay gente que conserva sus cálculos renales en un tarro en las repisas o las cenizas de los muertos o pedazos de piel con tatuajes. Voy a hacer una lámpara de mi pierna", señaló Bonten.
El patólogo Frank van de Goot fue el encargado de mantener la extremidad después de la cirugía. En cuanto a la iluminación, Willem Schaperkotter se encargó de convertirla en una lámpara mediante su fijación en formol dentro de un gran recipiente cilíndrico. "Sé que nunca voy a correr de nuevo, pero el hecho de que todavía tengo la pierna me ayuda a lidiar con la pérdida, sobre todo si puedo venderlo y usar el dinero para comprar una pierna biónica", declaró a The Mirror.