El monje Hua Chi marcó el molde de la
planta de sus pies en el piso de madera del monasterio en el que rezó
las últimas dos décadas
Chi, de 70 años, marcó el molde de la planta de sus pies en el piso de madera del monasterio en el que rezó las últimas dos décadas.
El templo está ubicado en la ciudad de Tongren, en la provincia china de Qinghai y al monasterio llega cada mañana con los pies descalzos, los coloca sobre las marcas que ya ha dejado y reza su oración del día.
Tres centímetros de profundidad tienen las huellas que dejó Chi, que para muchos es un ejemplo de devoción e inspiración.
Todos los días vengo aquí y cada día miro el trozo de madera. Esto me ha inspirado para seguir haciendo mis propias huellas”, dijo el joven Genden Darji, de 29 años, es uno de los seguidores más fervientes.