Una pareja de pingüinos gays monta su nido en Irlanda.
Sus nombres son Penelope y Missy. Son dos pingüinos hembra con una historia que contar: se quieren. Se conocieron en Oceanworld, un espacio natural polar situado en Irlanda y tuvieron la suerte de ser una de las cinco parejas de pingüinos que se enamoraron y aparearon.
Solo hay una diferencia con el resto: no pueden procrear, pero, aparte de eso, se besan, pasean juntas, hacen vida marital y sus cuidadores están encantados. Nos recuerdan la preciosa historia que llegó a ser cuento infantil de los dos pingüinos gays en Central Park, así como los machos españoles que recibieron su propio huevo para criarlo (¡viva la adopción gay en España!) y, más reciente, las pingüinas de Israel.
Hay pocos animales más adorables que los pingüinos, y si además nos dan lecciones de amor sin importar el género, aún les queremos más.