Una yanqui ofreció un servicio de relax a un hombre que accedió a cambio de 300 dólares, en Las Vegas. Pero luego del trabajo, el costoso reloj del sujeto desapareció. Se armó gran revuelo y la mujer argumentó que el individuo estaba enojado porque ella no había querido tener sexo sin preservativo. Pero grande fue la sorpresa cuando la seguridad encontró la joya en los genitales de la chica.
El hombre le ofreció 300 dólares para que Christina le hiciera un masaje privado en su habitación de hotel. Pero el encuentro no tuvo un "final feliz", ni para la masajista, ni para el hombre encendido por el deseo.
Kenneth llamó a la seguridad del hotel al rededor de las 3 de la mañana, acusando a la mujer de haberle robado un reloj carísimo; la mujer, indignada, negó las acusaciones y aseguró que su cliente estaba molesto porque no quiso tener sexo sin condón con él.
Antes de que pudiera escapar, la seguridad del hotel pidió el apoyo de la Policía de Nevada, quienes se llevaron detenida a Christina.
El hombre declaró que la masajista le pidió se quitara el reloj Rolex de 35 mil dólares para la sesión, este obedeció, luego de 30 minutos el accesorio de lujo había desaparecido.
Las autoridades registraron a Christina y le hicieron unas radiografías, su sorpresa no fue minúscula al encontrar el reloj de Kenneth escondido en su vagina.
Ahora, Christina enfrenta varios cargos por robo, debió pagar una fianza de 40 mil dólares para enfrentarlos en libertad, pero de ser encontrada culpable podría pasar hasta 20 años en la cárcel.