Reino Unido.- Jake Gladstone fue
diagnosticado con encefalomalacia quística a los 6 meses de nacido, esto
implica que la mitad de su cerebro no se desarrollaría.
No obstante el terrible diagnostico, ahora que Jake tiene 4 años de edad no sólo logró sobrevivir, camina, corre, habla y grita tan fuerte como cualquier niño de su edad, desafiando las "leyes médicas".
"Es nuestro pequeño milagro", aseguran los padres de Jake.
El equipo médico que ha atendido a Jake explica que su padecimiento puede ser producto de falta de oxígeno derivada de un golpe en el vientre de la madre mientras el bebé estaba en gestación.
Aunque Jake ha logrado hablar y caminar con normalidad, aún debe recibir ayuda para vestirse y comer, además debe estar bajo vigilancia constante por sus ataques epilépticos, pero su evolución ha sido tan positiva que ha sorprendido a los expertos en su enfermedad.
Como al pediatra Gail Herman, de The Children’s Trust, especialista en lesiones cerebrales infantiles. Él advierte que esta enfermedad suele ser "devastadora" en quien la padece.