A la fecha, la Organización Mundial de la
Salud se niega a reconocer a los cigarros electrónicos como una solución
saludable frente al tabaquismo, pues el líquido que utilizan contiene
pequeños niveles de nicotina que aún en forma de vapor pueden resultar
nocivos para la salud.
Esta semana, en Inglaterra, un perro masticó el cigarro electrónico de su dueño y murió en menos de 30 minutos.