sábado, 11 de enero de 2014

Puso el rifle en el lavarropas, lo lavó y acabó en la cárcel

Un rifle similar decidió poner en el lavarropas el surcoreano (Imagen ilustrativa).
Un rifle similar decidió poner en el lavarropas el surcoreano (Imagen ilustrativa).
Un soldado de Corea del Sur pretendió hacer una broma en el servicio militar, pero le salió bastante cara. Su escopeta K-2 se ve que estaba algo sucia, por eso decidió lavarla, pero cuando se enteraron lo enjuiciaron y tendrá que pasar seis meses en prisión.

Un tribunal surcoreano condenó a seis meses de prisión en suspenso a un joven soldado por lavar su rifle en un lavarropas, informó hoy el Ministerio de Defensa de Seúl.
El soldado de 22 años, identificado como Choi, fue hallado culpable de lavar a máquina su rifle K-2 durante cinco minutos en noviembre pasado.
Durante el juicio, que tuvo lugar en un tribunal civil de Seúl, Choi dijo que su jefe le había ordenado lavar el rifle un día antes de finalizar su servicio militar obligatorio en un batallón de artillería al oeste de la capital.
“Este incidente hiere la dignidad de los soldados de su unidad y de los demás miembros” de las Fuerzas Armadas, sostuvo en su fallo el juez, que además de la prisión en suspenso le impuso al soldado 80 horas de servicios obligatorios a la comunidad.
La pena de seis meses de prisión queda en suspenso durante dos años, lo que implica que Choi ingresará automáticamente en prisión si vuelve a cometer una infracción similar.
El fallo del juez reconoce que “el acusado lamenta lo que hizo” y aclara que fue “liberado del servicio militar tras completar su período de servicio”, informó la agencia de noticias EFE.
En el juicio, Choi pidió perdón por su mala conducta y negó con la cabeza cuando se le preguntó si iba a apelar la decisión del tribunal.
Todos los varones sin discapacidad están obligados a realizar el servicio militar durante dos años en Corea del Sur, país técnicamente enfrentado con Corea del Norte desde la Guerra de Corea (1950-53), que finalizó por un armisticio pero nunca se firmó un tratado de paz definitivo.
La sociedad surcoreana toma el servicio militar como un asunto de suma importancia, por lo que cualquier falta de respeto a la institución militar se considera algo muy grave.