El diputado no tuvo inconvenientes en sacarse la ropa, al lado los colegas como si nada (EFE).
En México, el legislador Antonio García Cornejo
se quitó la ropa y quedó al desnudo en plena sesión en la Cámara. La
medida fue en señal de protesta ya que el político trazó el paralelismo
de que se despojaba a la nación para entregar recursos a capital
privado. "No me avergüenza", bancó el hombre.
El debate en la Cámara de Diputados de México del
proyecto de reforma energética fue bastante movido, hubo insultos y
descalificaciones de legisladores, golpes entre diputadas, disfraces e,
incluso, tuvo el desnudo de un político.
El debate del proyecto comenzó en una improvisada sede alterna, el auditorio de la Cámara de Diputados, después de que un grupo de legisladores de la izquierda tomara el salón de plenos para evitar el inicio del análisis de una reforma clave para el país.
En la madrugada, el diputado del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) Antonio García Cornejo se desnudó y quedó en ropa interior para mostrar a sus colegas cómo con esta reforma se despojaba a la nación de sus recursos energéticos para entregarlos al capital privado. “No me avergüenza”, decía García Cornejo mientras acusaba a los legisladores del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del conservador Acción Nacional (PAN) de traicionar a la patria al consumar lo que la izquierda considera la privatización del sector energético.
La reforma ya había sido aprobada en términos generales con 354 votos a favor y 134 en contra y se discutían las reservas individuales a los artículos de la iniciativa. En un momento de la discusión el legislador de izquierda Ricardo Monreal se presentó en tribuna con un termo de café asegurando que se trataba de una “cápsula de tiempo” donde se incluirían los nombres de quienes apoyaban la iniciativa y las promesas incumplidas del presidente Enrique Peña Nieto.
Los diputados de la izquierda han acusado a sus colegas del PRI y del PAN de ser “rufianes”, “traidores”, “cobardes”, mientras que éstos han respondido con calificativos como “irresponsables”, “mentirosos” e “intolerantes”.
Uno de los momentos de mayor tensión llegó cuando las diputadas Karen Quiroga, del PRD, y Landy Berzunza, del PRI, se enfrentaron a golpes.
El debate del proyecto comenzó en una improvisada sede alterna, el auditorio de la Cámara de Diputados, después de que un grupo de legisladores de la izquierda tomara el salón de plenos para evitar el inicio del análisis de una reforma clave para el país.
En la madrugada, el diputado del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) Antonio García Cornejo se desnudó y quedó en ropa interior para mostrar a sus colegas cómo con esta reforma se despojaba a la nación de sus recursos energéticos para entregarlos al capital privado. “No me avergüenza”, decía García Cornejo mientras acusaba a los legisladores del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del conservador Acción Nacional (PAN) de traicionar a la patria al consumar lo que la izquierda considera la privatización del sector energético.
La reforma ya había sido aprobada en términos generales con 354 votos a favor y 134 en contra y se discutían las reservas individuales a los artículos de la iniciativa. En un momento de la discusión el legislador de izquierda Ricardo Monreal se presentó en tribuna con un termo de café asegurando que se trataba de una “cápsula de tiempo” donde se incluirían los nombres de quienes apoyaban la iniciativa y las promesas incumplidas del presidente Enrique Peña Nieto.
Los diputados de la izquierda han acusado a sus colegas del PRI y del PAN de ser “rufianes”, “traidores”, “cobardes”, mientras que éstos han respondido con calificativos como “irresponsables”, “mentirosos” e “intolerantes”.
Uno de los momentos de mayor tensión llegó cuando las diputadas Karen Quiroga, del PRD, y Landy Berzunza, del PRI, se enfrentaron a golpes.