La localidad está conmocionada.
El llanto desconsolado de una criatura,
atemoriza a la localidad santiagueña de Fernández. Las denuncias de los
vecinos movilizaron a la policía, que ya realizó al menos dos
rastrillajes sin éxito. Ni los perros quieren ingresar la zona montruosa
de donde provienen los sollozos.
La Policía local recibió varias denuncias sobre la
existencia de un niño, cuyo llanto podía escucharse en las zonas
montuosas de la localidad santiagueña de Fernández, de cerca de 12 mil
habitantes, donde se habla de la existencia de un "bebé fantasma".
Las denuncias movilizaron a los efectivos que ya realizaron al menos dos rastrillajes sin éxito en los últimos días. A la búsqueda se sumaron vecinos con perros, que abandonaban el operativo atemorizados antes de ingresar a la zona montuosa de donde provenía el llanto.
Luis Farías, vecino del barrio Águila, aseguró, en declaraciones al Nuevo Diario, que "el llanto era como de un recién nacido" y fue escuchado por "todo el barrio":
"Vinimos al monte con linternas a buscar al bebé, pero no lo encontramos. Apenas llegamos al lugar, el cuerpo comenzó a estremecerme y se nos hizo un nudo en la garganta por el miedo de que había algo más aquí", dijo al señalar el árbol donde según los sonidos escuchados habría estado el pequeño.
"Caminamos con un grupo de amigos por el monte, mientras seguíamos el lamento de la criatura que se internaba en el baldío. Ni los perros querían entrar al monte. Lloraban y trataban de entrar a la casa. Cuando caminábamos, el bebé se callaba y cuando nos parábamos, lloraba de nuevo. Nos quería llevar a algún lugar", concluyó el hombre.
Voceros de la comisaría 35, que tienen jurisdicción en lugar, admitieron que se realizó un operativo de rastrillaje para tratar de dar con el pequeño tras recibir varias denuncias.
"Realizamos un rastrillaje pero no encontramos nada. No es la primera vez que los vecinos nos comentan este hecho. En otras oportunidades también fuimos a chequear la novedad", le dijo al mismo medio un policía de la dependencia.
Vecinos de la zona aseguran que el llanto es escuchado especialmente en días de lluvia o con ventosos, y que algunos de los policías que realizaron rastrillaje en los últimos días llegaron a sentirse atemorizados ante el mismo sonido que provocó las denuncias.
Las denuncias movilizaron a los efectivos que ya realizaron al menos dos rastrillajes sin éxito en los últimos días. A la búsqueda se sumaron vecinos con perros, que abandonaban el operativo atemorizados antes de ingresar a la zona montuosa de donde provenía el llanto.
Luis Farías, vecino del barrio Águila, aseguró, en declaraciones al Nuevo Diario, que "el llanto era como de un recién nacido" y fue escuchado por "todo el barrio":
"Vinimos al monte con linternas a buscar al bebé, pero no lo encontramos. Apenas llegamos al lugar, el cuerpo comenzó a estremecerme y se nos hizo un nudo en la garganta por el miedo de que había algo más aquí", dijo al señalar el árbol donde según los sonidos escuchados habría estado el pequeño.
"Caminamos con un grupo de amigos por el monte, mientras seguíamos el lamento de la criatura que se internaba en el baldío. Ni los perros querían entrar al monte. Lloraban y trataban de entrar a la casa. Cuando caminábamos, el bebé se callaba y cuando nos parábamos, lloraba de nuevo. Nos quería llevar a algún lugar", concluyó el hombre.
Voceros de la comisaría 35, que tienen jurisdicción en lugar, admitieron que se realizó un operativo de rastrillaje para tratar de dar con el pequeño tras recibir varias denuncias.
"Realizamos un rastrillaje pero no encontramos nada. No es la primera vez que los vecinos nos comentan este hecho. En otras oportunidades también fuimos a chequear la novedad", le dijo al mismo medio un policía de la dependencia.
Vecinos de la zona aseguran que el llanto es escuchado especialmente en días de lluvia o con ventosos, y que algunos de los policías que realizaron rastrillaje en los últimos días llegaron a sentirse atemorizados ante el mismo sonido que provocó las denuncias.