Ian Tibbetts recobró la vista y pudo ver a sus hijos.
Un hombre recuperó parte de la visión
gracias a un operación sin precedentes. Los médicos le implementaron una
de las piezas dentales en el globo ocular.
Ian Tibbetts, de 43 años y padre de dos
hijos, se quedó ciego en su juventud tras un accidente en el que un
trozo de metal le atravesó los ojos. El británico permaneció ciego
durante casi la mitad de su vida: el nacimiento de sus hijos gemelos y
otros acontecimientos clave de su vida los vivió en completa oscuridad.Tras agotar todos los recursos para recuperar la visión, el británico se atrevió a someterse a una compleja operación que podría parecer increíble: le fabricaron un implante ocular basado en uno de sus dientes.
La operación en sí misma parece propia de la ciencia-ficción. Al paciente le arrancaron uno de sus dientes y parte de la mandíbula, y dentro del diente le introdujeron una lentilla especial. La última etapa fue la implantación del diente con la lentilla dentro en uno de sus ojos.
Pese a lo fantástica que parece la operación, el resultado fue excepcional. Pasados unos meses alrededor del diente crecieron los tejidos y se desarrollaron vasos sanguíneos. El diente soporta la lente en el interior del ojo y de momento Tibbetts recuperó un 40% de la visión. Puesto que el diente forma parte del cuerpo del paciente, su implantación no provocó ningún tipo de rechazo. De este modo, gracias a esta extraña operación, el británico pudo ver a sus hijos pequeños