Sacó del bolsillo un monedero lleno de estrellas, volvió a pensar en el peso de los deseos, le pesaba el pantalón y la camiseta recién estrenada traída de Kenya, miró en google el plano del país donde había encontrado el amor inevitable que desde hacía meses le había devuelto la vida, se dió cuenta que hay cosas en este mundo que se encuentran cuando menos lo esperas, que no se planean. No distinguía entre el sueño y la realidad, el sueño se fabrica con realidades?; la realidad es un componente de los sueños?. Daba igual!, había sucedido así y no tenía ni tiempo ni ganas de replantearse nuevos miedos, había avanzado en el terreno del enriquecimiento del corazón, había sembrado de perfumes nuevos el camino del epicentro, se había inventado un lenguaje de signos basado en la brisa de las caricias, en la saliva de los labios de Don, había encontrado dos ojos-espejos en donde reflejarse, pero el caso es que cuando miraba jamás veía su imagen, sino un futuro rozando la perfección.
RELATOS CORTOS...FERNANDO PARRILLA
