Magdalena Kwiatowska, una joven polaca de 13 años, volvió de sus vacaciones en Egipto con una nueva vida en su vientre. Según ella, el embarazo ocurrió en la piscina del hotel en el que se alojaba.
La niña está segura de que en esas aguas flotaba el flujo de algún hombre, lo que le produjo el misterioso embarazo. “Ella no tuvo ningún encuentro con un chico mientras estuvimos aquí”.
A pesar de que esta forma de fecundación es casi imposible, la familia Kwiatowska se mantiene firme y quiere continuar investigando el incidente hasta dar con el presunto culpable.