domingo, 27 de octubre de 2013

LA ONU NO SE RINDE Y SIGUE INVESTIGANDO EL ASESINATO DE TRES DESAPARECIDOS A MANOS DEL FRANQUISMO

El grupo de trabajo internacional que investiga la represión pide más información sobre el agricultor Alcorisa, el concejal Valls y Doroteo Ibáñez, el último guerrillero.
 
elplural.com / 25-10-2013
 
Foto de Teófilo Zorroza El grupo de trabajo de la ONU que estudia las desapariciones forzadas en España en la época del franquismo ha solicitado al Grupo de Recuperación de la Memoria Histórica de Valencia que amplíen la documentación sobre tres casos. Los de Doroteo Ibáñez, guerrillero, el último fusilado de la guerra civil (1956) aún desaparecido; Teófilo Alcorisa asesinado en 1947 cuya exhumación continúa bloqueada por la alcaldesa valenciana Rita Barberá y José Valls, concejal, cuyo cuerpo se intentó rescatar mediante microdonativos por Internet. Para el coordinador del GRMHV, Matías Alonso, esta petición de los expertos de la ONU, supone una nueva esperanza.
“La esperanza – ha manifestado Alonso a ELPLURAL.COM- se basa en que el grupo de trabajo de la ONU no va a dejar las cosas en una mera declaración de intenciones, sino que piensa ir más allá”.  Tras haber recibido las declaraciones de víctimas, asociaciones, juristas e instituciones durante su visita a España el pasado mes, “los expertos de Naciones Unidas emitieron un informe preliminar que no dejaba demasiado bien parado al Gobierno español”, explicó.
El Tribunal Penal InternacionalEl siguiente paso es el dictamen definitivo en el que el comité de desapariciones forzadas de la ONU puede hacer una serie de requerimientos a España para que colabore en la búsqueda de estas víctimas que continúan en fosas y en cunetas. “Si el Gobierno español no atendiera a lo que le plantee el grupo de trabajo, el tema podría acabar en el Tribunal Penal Internacional o en una denuncia ante el pleno de Naciones Unidas contra España”, dice el coordinador del GRMHV.
Teófilo se ahorcó con los cordones que no llevabaTeófilo Alcorisa, agricultor, fue detenido por la guardia civil en su casa de Higueruelas, (Cuenca). Fue el 14 de abril de 1947. Quería saber dónde estaba su hijo Pedro, que se había echado al monte. Le llevaron a Valencia. Su hija Pilar que tenía entonces seis años y ahora ya pasa de los ochenta, cuenta que les dijeron que se había ahorcado con los cordones de los zapatos. “¿Qué cordones? ¡Si llevaba albarcas!”, comentó Pilar. Y dice que en el registro donde figura la muerte de su padre hay más fallecidos, como él, por asfixia. “Tuvo que haber una epidemia de asfixia”, ironizaba.
Rita no deja abrir la fosaTeófilo dejó cinco hijos y el mayor, Pedro, el del maquis, le sobrevivió y tiene ahora 91 años. Qué carga más dura la muerte de su progenitor. Pilar nunca dejó de buscar a su padre. Va ya para cuatro años que intenta con la ayuda del GRMHV que la alcaldesa valenciana, Rita Barberá, dé permiso para abrir la fosa que está en el cementerio de la ciudad. Sin éxito. La alcaldesa no da permiso y los hijos sufren pensando en que no llegarán a recuperar el cuerpo del padre.
Terror y dominaciónJosé Valls era concejal en su pueblo, Borriol, y desgraciadamente se creyó el mensaje golpista de que nada iba a pasarles a quienes no tuvieran delitos de sangre. No tenía nada que reprocharse. Pero cuando las tropas de ocupación tomaron Vinaroz, cada localidad de la zona fue sometida a una limpieza atroz para ejemplificar con el terror y la dominación.
Temor a las ideasJosé Valls y otro vecino, Luis Messeguer fueron los primeros que cogieron. Los mataron en la tapia del camposanto el 2 de septiembre de 1938. Matías Alonso siempre dice que Valls representaba el compromiso con su pueblo, “esa gente que creía que la vida debía seguir para todos y se quedaron con los suyos, comprometidos con sus vecinos. Como él fueron muchos aquellos a los que mataron porque los golpistas no temían a las armas, sino a las ideas.”
Encontraron 17 cuerposGracias a los microdonativos por Internet, su hija consiguió recientemente que se exhumara la fosa. Pero la excavación deparó una sorpresa: encontraron 17 cadáveres que a simple vista no parecían fusilados. “Quizás personas sin recursos arrojadas allí de cualquier manera”. El laboratorio está haciendo el estudio de todos los cuerpos, buscando además los de Valls y Messeguer. “Veremos que dicen los análisis. Puede ocurrir que finalmente estas dos personas resulten definitivamente desaparecidas”, expresa con pesar Matías Alonso.
El hombre de la resistenciaEl tercer hombre de quien el grupo de la ONU quiere saber más, es Doroteo Ibáñez Alconchel. Aragonés, nacido en Azuara, se alistó en el ejército de la República en el momento del golpe. Huyó a Francia en 1939 y lucha con la Resistencia contra la ocupación nazi en la Segunda Guerra Mundial. Al terminar la contienda regresó a España como guerrillero, en el monte, junto con otros cuatro hombres naturales de Aragón. Ya en mayo de 1947 fue nombrado enlace general de la guerrilla con el partido comunista en el exilio francés.
Condena a muerteYa en 1950 el fracaso de la guerrilla era evidente ante la fuerte represión. Parece que Doroteo perdió la fe en el partido comunista. Sin apoyo alguno, el guerrillero sobrevivió como pudo hasta que en 1952 fue detenido por los gendarmes. Un consejo de guerra en Valencia le sentencia a la pena de muerte.
Sin rastro de su paradero“A Doroteo le ejecutan en el paredón de Paterna en la madrugada del 10 de noviembre de 1956. Ahí se pierde su pista Una asociación cultural de su pueblo se dirigió a nosotros a través de La Gavilla Verde (entidad de memoria histórica)” –explica el coordinador del GRMHV- “No hallamos ni rastro del paradero de su cuerpo en una época en que la gestión de los cementerios ya debiera haber sido más rigurosa, muy lejos de los primeros tiempos de la represión”.
“Un odio especial”Habían encontrado la fosa de otro guerrillero al que apodaban “El manco de la Pesquera”, que estaba enterrado en un nicho con el nombre de otra persona y que fue el penúltimo fusilado de Paterna. “Pero con Doroteo hasta ahora no ha habido suerte, no aparece ni en los nichos ni en los registros. Parece que le tuvieron un odio especial, le hicieron desaparecer completamente.” También le extrañan a Alonso las fechas y esa ejecución tan tardía. “Aquí lo más duro de la represión fue de 1946 a 1948, año en que se derogó el bando de guerra. La mayoría de los ejecutados que encontramos son del 39 y de esos años cuarenta.”
Mucha solidaridadBien está, opina el coordinador de esta entidad valenciana de memoria histórica que ahora el grupo de la ONU de desapariciones forzadas se interese por estas personas y están cumpliendo fielmente esta petición, sobre todo para que los hijos de Teófilo, la hija de José y quienes se han preocupado por encontrar a Doroteo “sepan que se sigue contando con la solidaridad de mucha gente, pero ahora, aún más, con el respaldo que pueda significar esta requisitoria”.