Hay que tener más cuidado con los animales salvajes.
Un felino desató toda su ira contra una
trabajadora de un parque de Oklahoma, en Estados Unidos. La empleada del
lugar había enganchado su abrigo en los alambres de la jaula donde
estaba encerrado el animal y no hizo a tiempo a sacar su extremidad.
Un tigre arrancó el brazo de una trabajadora en un
zoológico de Oklahoma, Estados Unidos, luego que esta última metiera su
mano dentro de la jaula, informaron las autoridades de la reserva
animal.
El parque zoológico de Wynnewood estuvo cerrado varias horas después del incidente, ocurrido como consecuencia de que la empleada “violó el protocolo de seguridad”.
La trabajadora “llevaba un gran abrigo de plumas que se enganchó en la jaula de alambre y no le permitió sacar su mano lo suficientemente rápido cuando el tigre le agarró la mano tirando de su brazo izquierdo por una abertura de unas cuatro pulgadas (10 centímetros)”, informó el presidente del parque, Joe Schereibvogel.
La mujer fue trasladada a un hospital cercano y se encuentra “estable”, según Schereibvogel, quien precisó que el tigre no será sacrificado.
La reserva de Wynnewood tiene antecedentes polémicos, ya que permitía que los niños jugaran con cachorros felinos, quienes en ocasiones arañaron o mordieron a los visitantes.
El parque zoológico de Wynnewood estuvo cerrado varias horas después del incidente, ocurrido como consecuencia de que la empleada “violó el protocolo de seguridad”.
La trabajadora “llevaba un gran abrigo de plumas que se enganchó en la jaula de alambre y no le permitió sacar su mano lo suficientemente rápido cuando el tigre le agarró la mano tirando de su brazo izquierdo por una abertura de unas cuatro pulgadas (10 centímetros)”, informó el presidente del parque, Joe Schereibvogel.
La mujer fue trasladada a un hospital cercano y se encuentra “estable”, según Schereibvogel, quien precisó que el tigre no será sacrificado.
La reserva de Wynnewood tiene antecedentes polémicos, ya que permitía que los niños jugaran con cachorros felinos, quienes en ocasiones arañaron o mordieron a los visitantes.