Un tren de pasajeros ha descarrilado a última hora de la tarde de este miércoles causando la muerte de al menos 78 personas. El suceso tuvo lugar en las proximidades de Santiago de Compostela, sin que por el momento se conozcan las causas aunque se baraja la excesiva velocidad. Además, hay al menos 130 heridos.
Renfe asegura que en el convoy, con capacidad para 262 pasajeros, viajaban 218 personas. Las últimas cifras aportadas por el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, hablaban de al menos 60 muertos, mientras que el Tribunal Superior de Justicia de Galicia ha informado de que son 78 las víctimas mortales. El número se incrementó al encontrar más cuerpos tras levantar un vagón.
Vídeo grabado por las cámaras de ADIF del momento del accidente del tren Alvia al entrar en la curva de Angrois. Fuente: Público (ver aquí) o Youtube (ver aquí)
De las 78 víctimas, 73 han sido localizadas en el lugar en la tragedia mientras que otras cuatro han fallecido en los hospitales a los que habían sido trasladadas. Las instalaciones del Multiusos Fontes do Sar han sido habilitadas como tanatorio provisional. Las fuentes del Tribunal Superior de Justicia de alicia han confirmado 130 heridos, mientras que el delegado del Gobierno había informado de 111 heridos identificados y entre 15 y 20 más sin identificar, que han sido trasladados a diferentes hospitales gallegos.
En declaraciones a los medios, la conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, ha explicado "que hay gente leve ya dada de alta, atendidos en el PAC o en Urgencias, gente con politraumas y otros en UCI en situación más grave, así como personas en quirófano". El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha asegurado que la mayoría de los heridos del siniestro de tren ocurrido en Santiago está "fuera de peligro" y ha destacado la "entereza sobrecogedora" y "excepcional" de los familiares que están esperando más informaciones.
Por su parte, el alcalde de Ferrol, José Manuel Rey Varela, ha indicado que hay personas de Ferrol que no aparecen en los listados de heridos. El151 Alvia, que realizaba el trayecto Madrid-Chamartín-Ferrol, descarrilaba sobre las 20.40 horas de este miércoles, justo antes de una curva, en Angrois, una parroquia de la capital gallega a unos cuatro kilómetros de la estación ferroviaria de Santiago. Numerosos efectivos sanitarios y bomberos, así como técnicos del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) se desplazaban a la zona y rápidamente se habilitaban varios teléfonos de información para familiares de los pasajeros: el 981 551 100, el 900 444 222 y el 900 101 660.
Uno de los dos maquinistas, según La Voz de Galicia, ha asegurado que descarriló. En una conversación telefónica no paraba de repetir: "Descarrilé, qué le voy a hacer, qué voy a hacer". Tanto él como el otro conductor están ilesos. Las causas aún se desconocen pero los técnicos estudian el exceso de velocidad como una de las posibilidades. El Ministerio del Interior ha descartado la hipótesis de un atentado.
Un portavoz de Interior ha afirmado a Efe que se trata de un accidente y que no caben por tanto otras hipótesis. El tramo compostelano donde tuvo lugar el accidente está protegido con un sistema de control de velocidad llamado ASFA (Anuncio de Señales de Frenado Automático). Si un tren circula por encima de la velocidad permitida al pasar por una de las balizas colocadas en la vía, el ASFA envía la información pero no frena el convoy. Expertos ferroviarios aseguran que, si funciona correctamente, el ASFA impide el fallo humano. Ahora, añaden, "habría que ver el libro de velocidades máximas de la zona del accidente y ver si está debidamente protegida, señalizada y con condiciones que impidan el fallo humano".
Un tren con 218 pasajeros
En el lugar del accidente, esta noche la prioridad ha sido intentar rescatar a las personas que se encontraban en el interior de los vagones afectados. Fuentes de Renfe han confirmado a 20minutos, que el convoy lo componían 13 vagones: ocho de viajeros, uno de cafetería y cuatro locomotoras (dos a cada lado, una electrica y otra diesel). El tren, que había salido a las 15.00 horas de Madrid, puede alojar a 262 pasajeros, pero en el momento del accidente viajaban 218.
Tras el accidente, unos vagones han quedado de un lado del puente y los otros al otro lado. El delegado del Gobierno, Samuel Juárez, ha calificado el descarrilamiento de "muy violento". "Hasta el punto de que un vagón ha acabado en una vía lateral", ha añadido.
Ya en la madrugada del jueves, cerca de doscientas personas trabajaban en la búsqueda de eventuales víctimas, al tiempo que trataban de mover los vagones del convoy siniestrado. El dispositivo lo integraban operarios de Adif, así como empleados del servicio de agua; bomberos; Protección Civil; Guardia Civil; y policías locales y nacionales.
Alén Pérez, fotógrafo y corresponsal de un diario deportivo, se encontraba en las proximidades a la hora del suceso. "Oímos una explosión muy fuerte. Todo el mundo fue corriendo. Vimos el tren descarrilado, mucha gente sangrando y un vagón que había salido despedido lejos de los otros", explica por teléfono a 20minutos.
"La gente se preguntaba incluso si era una bomba porque mañana es el día grande en Santiago. Era una locura. Cuando me he ido habían sacado al menos a 10 personas muertas", relata. El Ayuntamiento de la ciudad ha comunicado que se han suspendido todos los actos de la festividad del Apóstol.
Rafael, médico de cabecera en un ambulatorio de Santiago, llamó al 061, pero encontró el número colapsado. A continuación, hizo lo propio con el 112, que le indicó un camino para desplazarse a la zona. "Los sanitarios estaban atendiendo a muchos heridos. Impresiona ver los vagones descarrilados, pero los vagones no sufren. Las personas, sí. Las familias van a tener que cargar con todo", comenta a este diario.
Con decenas de heridos en la zona se pidieron colaboración y mantas a los vecinos. Algunos llegaron a desplazar a heridos en sus vehículos particulares hasta los centros sanitarios, para colaborar con el resto de efectivos.
La Xunta de Galicia ha pedido donaciones de sangre de todos los tipos sanguíneos en los centros de tranfusión de los alrededores de la capital gallega. El llamamiento ha tenido una gran repercusión y se han formado largas colas. Los centros finalmente solo han dejado pasar a donantes habituales y a los del tipo 0 negativo, según Cristina V. Miranda, vecina de Santiago que se ha acercado a donar. El objetivo era evitar una saturación y poder actuar rápidamente.
Rajoy viajará a la zona este jueves
Hasta el lugar de los hechos, donde se podía divisar una intensa columna de humo, Juárez se han desplazado el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; el subdelegado del Gobierno en A Coruña, Jorge Atán, y el conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, Agustín Hernández. Ha acudido también el alcalde de la capital gallega, Ángel Currás. La ministra de Fomento, Ana Pastor, ha viajado igualmente hasta el lugar.
Fuentes de la Casa del Rey han explicado que don Juan Carlos ha llamado al presidente de la Xunta en cuanto ha tenido conocimiento de la tragedia. Feijóo iba a representar al monarca en la ofrenda nacional al Apóstol Santiago, ahora cancelada. Según fuentes del Gobierno, el presidente Rajoy viaja este jueves a Santiago de Compostela para conocer sobre el terreno las consecuencias del accidente.
El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, se ha declarado "consternado" y ha trasladado su solidaridad con las familias de las víctimas. A través de su cuenta de Twitter, el líder del PSOE ha expresado su preocupación por las consecuencias de ese accidente. Lo mismo ha hecho la portavoz del grupo socialista en el Congreso, Soraya Rodríguez, quien se ha mostrado muy afectada por el número de fallecidos que ha provocado este incidente.
Fuente: www.20minutos.es