A los 5 años aprendió inglés y ahora estudia francés y chino mandarín.
Un nene del estado de Michoacán, que
hace apenas dos años fue diagnosticado como superdotado y que posee un
coeficiente intelectual de entre 152 y 160, cursará la carrera de
Ingeniería Física Cuántica en la pretigiosa universidad de Estados
Unidos.
Solo tiene diez años pero gracias a un cociente intelectual similar al de Albert Einstein, Luis Roberto Ramírez comenzará el próximo curso a estudiar ingeniería física cuántica en la prestigiosa Universidad Harvard en Estados Unidos.
“Mi sueño es crear una empresa y vender mis artefactos”, apuntó el niño en un vídeo distribuido por el Sistema Michoacano de Radio y Televisión.
El infante es de la localidad de Zamora, en el estado suroccidental de Michoacán, y está a punto de acabar sus estudios de preparatoria, la educación preuniversitaria.
Ramírez aprendió con solo cinco años a hablar inglés y está aprendiendo también de forma autodidacta a hablar francés y chino mandarín.
Hace apenas dos años que fue diagnosticado como superdotado, cuando sus padres empezaron a notar que tenía problemas para relacionarse con otros niños de su edad, y que sus prioridades y gustos no correspondían a su edad.
Entonces pudo comprobarse que tenía un cociente intelectual de entre 152 y 160, al nivel del físico Albert Einstein.
“Es un gran orgullo pero una gran responsabilidad también”, apuntó su padre Roberto Ramírez sobre este niño que el curso que viene irá a una de las universidades más prestigiosas del mundo.
“Mi sueño es crear una empresa y vender mis artefactos”, apuntó el niño en un vídeo distribuido por el Sistema Michoacano de Radio y Televisión.
El infante es de la localidad de Zamora, en el estado suroccidental de Michoacán, y está a punto de acabar sus estudios de preparatoria, la educación preuniversitaria.
Ramírez aprendió con solo cinco años a hablar inglés y está aprendiendo también de forma autodidacta a hablar francés y chino mandarín.
Hace apenas dos años que fue diagnosticado como superdotado, cuando sus padres empezaron a notar que tenía problemas para relacionarse con otros niños de su edad, y que sus prioridades y gustos no correspondían a su edad.
Entonces pudo comprobarse que tenía un cociente intelectual de entre 152 y 160, al nivel del físico Albert Einstein.
“Es un gran orgullo pero una gran responsabilidad también”, apuntó su padre Roberto Ramírez sobre este niño que el curso que viene irá a una de las universidades más prestigiosas del mundo.
EFE