Hoy estamos de fiesta, que hasta en tiempos de tribulación, hay que tomarse un respiro. Por eso esta mañana en nuestra plaza, la vieja plaza de la División Azul, la hoy Plaza de la Constitución y para nosotros, la Plaza de la Revolución, hemos estado almorzando juntos, en un clima tan festivo como frío, para celebrar esas más de 12.000 firmas conseguidas en pro de la paralización de todos los desahucios, la dación en pago y el alquiler social en España.
Tras esta fiesta-almuerzo nos hemos dirigido a la oficina del INE para entregarlas públicamente y así, ante los MCS presentes, hemos confesado nuestra satisfacción a la vez que denunciado algunas de las contradicciones de este injusto sistema que, por un lado, rescata masivamente a bancos y cajas de ahorros –cuando son los principales responsables de esta crisis- y, por otro, deja en la calle y con una deuda de por vida, a cientos de miles de familias.
Aun cuando no se ha publicado el recuento total de las firmas recogidas en nuestro país, pues entre otras razones es mañana día 25 de enero cuando finaliza el plazo legal concedido, todo apunta a que habremos doblado el mínimo exigible para las Iniciativas Legislativas Populares y que serán más de 1.000.000 de rúbricas las que llegarán a la Junta Electoral Central.
Hay que reconocer que sí estamos satisfechos no sólo por el trabajo realizado, ni solamente por el resultado obtenido, sino también por el procedimiento empleado. Porque si bien una Iniciativa legislativa puede venir del gobierno de un partido o hasta de un ciudadano, no es lo mismo que la propuesta de ILP llegue al Congreso de la mano de algún grupo parlamentario más o menos minoritario, a que llegue avalada con medio millón de firmas, que esta vez serán más del doble, gracias a esta impresionante respuesta ciudadana.
Desde hace meses habíamos conseguido ya las 500.000 firmas y sin embargo hemos seguido instalando mesas, hemos seguido saliendo a los pueblos, hemos seguido haciendo actos y hemos seguido recogiendo miles de firmas. ¿Y porqué?...
Por la sencilla razón de que lo verdaderamente importante no es llegar a la cima, como disfrutar del camino por el que ascendemos, o lo que es lo mismo, porque lo verdaderamente relevante para la mayoría de nosotras y nosotros con esta recogida de firmas es la sensibilización, la información, la movilización y en suma el poder ir configurando un nuevo proceso político y social que empiece a marcar el cambio de rumbo que esta sociedad necesita.
Pero ojo, que nadie se piense que –como hemos obtenido algunos éxitos- ya hemos acabado, porque nada hay más lejos de la realidad.
• Es cierto que hemos conseguido el doble de las firmas necesarias para que el parlamento tenga al menos que debatir esta petición de cambio de la Ley hipotecaria tan injusta como trasnochada y excepcional;
• Es cierto que hemos logrado introducir la dación en pago, la paralización de los desahucios y el alquiler social en la agenda política, mediática y social de este país, hasta el punto que a día de hoy, muy pocas personas desconocen que significan estos temas;
• Es cierto que hemos sabido visibilizar unos problemas que eran individuales y que se vivían como desgracias personales que excepcionalmente traspasaban lo estrictamente íntimo y privado, para convertirlo en un reto social al que hay que dar una respuesta colectiva y sociopolítica;
• Pero no es menos cierto que es ahora cuando empieza de nuevo la movilización, la presencia en la calle y la presión al gobierno, para que pese a su pírrica mayoría absoluta no nos ningunee ni le den carpetazo a un tema que tantísima gente en España pide que tenga una respuesta seria y, como mínimo, semejante a la que rige en la mayoría de los países europeos o hasta en los EEUU.
Esta semana me ha tocado el teléfono de guardia de la Plataforma Stop Desahucios y, por más que estemos saturados de familias a las que ayudar, con los mimbres que tenemos, han sido de 3 a 5 los casos que cada día han llamado para contarnos cuál era su terrible situación, ya fuera impago de hipoteca, anuncio de lanzamiento, ejecución hipotecaria o desahucio.
Son estas y tantísimas familias las que en situación similar en España (se habla ya de 500.000) las que llaman a nuestras conciencias –y pese al descrédito que tienen a las de sus señorías, tambien a las suyas- para que tomemos en serio esta noble causa y pese a que el resultado de una ILP no sea vinculante, y pese a que el Congreso solo está obligado a debatir esta propuesta, no se les ocurra ni por un momento rechazarla, no tomarla en consideración o peor aún tratar de engañarnos con algún simulacro de cara a la galería como hasta ahora han sido el código de buenas prácticas, que ni siquiera obligaba a los bancos, o el ultimo Real Decreto al que difícilmente se han podido acoger un mínimo porcentaje de familias desahuciadas.
Atrévanse, si son capaces, pero piensen que tienen sus días tan contados como los de este sistema. Porque algo está cambiando en este país, como en casi todo el sur de Europa. Y piensen que un sistema capitalista tan brutal como éste, que se permite el lujo de rescatar tan vergonzosamente a los bancos y cajas de ahorros -los causantes principales de esta crisis- y que, por el contrario, abandona a su suerte a cientos de miles de familias, a las que deja en la calle y con una deuda de por vida, ese sistema, ya tiene sus días contados. Y si no, al tiempo.