En un sorprendente caso, un británico colocó los restos de su difunto progenitor en un sillón del living de su casa para que viera TV junto a él. Según el hombre, era su asiento favorito.
El británico Timothy Brown acomodó a su padre en un sillón, frente a la televisión, y, uno de sus vecinos fue el que dio aviso a las autoridades sobre la insólita situación."Desde la cocina podía oír la televisión a todo volumen. Fui a ver, hablé un momento con Tim, que estaba en la sala mirando un programa. Cuando abrí la puerta vi el sillón y un cráneo que sobresalía", contó el vecino a las autoridades.
La Policía detuvo al joven y, al interrogarlo, este les contó que había dejado a su padre, de 94 años, en su sillón favorito, cerca de la chimenea el día en que ocurrió un incendio. Al día siguiente, lo encontró sin vida.
Desde ese día no lo movió y continuó a su lado. Los policías explicaron que el hombre no "aceptó que su padre estuviese muerto". "Eran muy cercanos uno a otro y vivían recluidos", detalló Andrew Weatherley, policía de Stafford.
La casa donde ocurrió el curioso hecho
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