El local recomienda el sexo seguro en varios
idiomas, mientras una repisa con 10 penes de cerámica brillantes y
grandes dan la bienvenida al cuarto oscuro La Casita.
Por más de 15 años este sitio ha
ofrecido las herramientas y espacios especializados para generar un sexo
casual y placentero entre hombres.
Su recepción mantiene un orden específico. En lo alto, un artístico
cuadro representando una orgía de unas figuras que asemejan a Ken, el
novio de Barbie. También aparece Freddie Mercury con su chamarra
amarilla y pantalones ajustados, piezas fundamentales para la llamada
"Zona tenebrosa", una de las áreas de La Casita, explica Abel Quiroga,
fundador del lugar.
De inicio, los anfitriones solicitan una cuota de 100 pesos para su
sostenimiento, y a cambio de esto se entregan condones marca Trojan y
lubricantes.
Si la persona desea ingresar a las regaderas o el baño de vapor, debe
dejar un depósito de 50 pesos para recibir un candado, unas sandalias y
unas toallas.
La Casita Monterrey, que en su fachada porta los colores de la
bandera de la diversidad, es sólo una iniciativa entre las distintas
actividades emprendidas por la asociación civil Acción Colectiva por los
Derechos de las Minorías Sexuales (Acodemis), encabezada por el
activista Abel Quiroga.
"Acodemis no es una organización de asistencia social, es una
organización que trabaja en prevención, en la detención de nuevos casos,
grupos de autoapoyo, prevención primaria", aclara.
Quiroga da la bienvenida a los visitantes con un cuadro de dos
hombres que se dan un abrazo. Bajo está imagen se lee la frase "mi amigo
es positivo y yo le quiero".
En el lugar abundan retratos de hombres desnudos. Esto es motivo
suficientes para que las legisladoras panistas Blanca Lilia Sandoval y
Carolina Garza consideren que este lugar pervierte a la comunidad.
"Son mensajes visuales, porque en los cuartos oscuros no se habla, se
viene a disfrutar. Son puras imágenes sobre nuestros comportamientos,
nuestra sexualidad, sobre nuestras vidas", declara Quiroga, mientras
señala la fotografía de una pareja gay practicando sexo oral, con la
leyenda en letras rojas "safe sex is hot sex".
Una de las actividades más habituales de quienes asisten a La Casita Monterrey es cazar hombres en el llamado "Limbo".
Se trata de un cuarto estrecho pintado con un verde olivo, en donde
sólo hay una pequeña camilla negra dirigida hacia el único ventanal, que
da al estacionamiento. El espacio es adornado con la imagen de un
hombre tratando de quitar el bóxer con la boca a otro.
Al pasar el Limbo, entre la ceguera por la falta de iluminación, se vislumbran rejas, esposas, columpios y camillas negras.
"Dentro de la oscuridad tenemos el agujero de la gloria". Quiroga se
refiere, entre risas, a una tabla de madera con un hueco circular
especial para colocar la cabeza de la víctima.
Y al finalizar el recorrido, La Casita tiene su cuarto más solicitado: El Abandonado.
"Este cuarto es la que más se utiliza, es la más descuidada, porque
hay un espectro en el inconsciente sobre las casas abandonadas, entonces
da la sensación de que la gente está en una, y esos son los elementos
gozosos", indica el activista, quien dice tomar estas ideas de los
cuartos oscuros que visitó en Vancouver, España y Francia durante su
juventud.
Entre cortinas con la bandera de la diversidad sexual, salas
coloridas y mesas que muestran postales con Batman y Robin tomados de la
mano, mismas que en al reverso explican cómo colocar adecuadamente los
preservativos, Quiroga explica los motivos que lo llevaron a abrir este
espacio.
"La Casita nace como una necesidad de la comunidad gay, como una
necesidad de que estos hombres se sientan libres sin ser señalados, sin
ser estigmatizados, como lo hace la diputada, con una ligereza".
Además, destaca que el espacio es beneficiado con otros donativos,
pues hace poco el Fondo Global les donó 150 mil profilácticos y 3 mil
geles estimulantes.
Al finalizar, agregó no tener miedo a las autoridades, pues dice
contar con sus documentos en regla, en cuanto al uso de suelo y actas
que declaran a Acodemis como una asociación civil, por lo cual no es un
lugar clandestino, esto en respuesta a las legisladoras locales.
"La homofobia es lo que demostraron estas tres diputadas, su
homofobia para defender el machismo, eso sí es perturbador", concluye
molesto.