Lo han pactado. Ni banderolas ondeando en las calles ni mítines
multitudinarios a base de bolis y bocatas. Nada de levantar la voz, no
se fuera a despertar el personal y se le ocurriera votar a los
mindunguis... La última excusa la ha encontrado el PP en el asesinato de
Isabel Carrasco. Todo con tal de que la gente, la indecisa sobre todo,
se olvide de las elecciones. Al PP le puede ir bien. Al PSOE le puede
llevar al desastre.
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Mitin del PP en Leganés, esta semana |
Han asumido definitivamente la debacle electoral que van a sufrir en las
europeas, y su única preocupación es hacer lo posible por enmascararla
para que se note menos, con la ayuda de los grandes medios de
comunicación. Y para ello, nada mejor que una campaña 'aburrida' para
que la gente se quede en casa el día 25.
Cuanta menor participación, el porcentaje de votos de cada partido
aumenta porque se calcula sobre los votos emitidos, no sobre el número
total de electores. De esta forma, según el último sondeo del CIS, la
victoria en estas elecciones la podría lograr el partido que alcance el
apoyo de un 13% del censo, mientras que la información que darán los
medios será que ha ganado con un 34% (de los votos emitidos).
Pero el acuerdo de PP y PSOE es mucho más miserable y atenta contra los
principios básicos de cualquier democracia. "La reactivación del voto
podría terminar por incrementar las opciones de terceros grupos
políticos, algo que les inquieta, miserablemente, por encima de
cualquier otra consideración",
afirma Soledad Gallego-Díaz.
PP y PSOE tienen suficiente con los votos de su electorado fiel, ese
colectivo de borregos que llevan décadas con su papeleta rancia pegada a
la mano y que nunca cambiarán su voto, como tampoco cambian de peinado.
En ese escenario, el PP saldrá ganando y el PSOE seguirá su imparable
camino hacia la irrelevancia política.
Como
dice Miguel Ángel Aguilar,
"después del café sin cafeína o de la cerveza sin alcohol, ahora nos
encaminamos, mediante un extravagante consenso forjado entre algunos de
los grandes partidos, hacia una nueva modalidad de elecciones sin
votantes o con cuantos menos votantes mejor".
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Ilustración de Jacques Cardon |