La osa de 11 años trabaja en un circo ruso.
En un circo ruso, los enormes animales
son sometidos a duras pruebas, como por ejemplo, hacer equilibrio sobre
un cable o caminar en dos patas disfrazados como humanos. Asociaciones
protectoras denunciaron al centro de entretenimiento.
Esta osa, de 11 años, trabaja en un circo ruso
donde entre otras obligaciones es forzada a hacer equilibrismo sobre un
cable, portar una cesta de flores y un paraguas.
El circo, que habitualmente trabaja en Moscú, cobra unos 34 euros por personas para poder ver a al animal convertido en "caperucita roja".
Según afirma el diario Daily Mail, la asociación protectora de animales PETA ha denunciado a dicho circo porque aseguran que la osa se encuentra en un estado de depresión; “no es divertido ver a un animal salvaje haciendo esta clase de tontería”
El circo, que habitualmente trabaja en Moscú, cobra unos 34 euros por personas para poder ver a al animal convertido en "caperucita roja".
Según afirma el diario Daily Mail, la asociación protectora de animales PETA ha denunciado a dicho circo porque aseguran que la osa se encuentra en un estado de depresión; “no es divertido ver a un animal salvaje haciendo esta clase de tontería”