La diputada fue elegida en las listas de Castellón, pero reside con su
marido, el exconsejero de Sanidad de Aguirre, en la urbanización de
superlujo de Madrid donde viven el capo de la Gürtel, jugadores de
fútlbol y cantantes famosos
Nos llama alguien que conoce muy bien el
funcionamiento del Congreso de los Diputados. Lo hace por razón de la
nueva ‘heroína’ de la Cámara, la congresista Andrea Fabra. Sí, en
efecto, esa que, coreando a Mariano Rajoy en el momento que anunciaba
que recorta derechos a los desempleados, gritó a pleno pulmón: “¡Que se
jodan”.
Ya vale de que los parados se lo lleven por los morros
Fue ante pensamiento tan ‘generoso’ y argumentación tan justa con los españoles, cuando la diputada por Castellón Andrea Fabr, estalló con el ya conocido “que se jodan”. Vamos que ya vale de que los parados se lo lleven por los morros.
Y aquí viene lo que nos cuentan. Parece que la señora diputada Fabra, que tan justiciera es con el dinero público que pretenden llevarse esos ‘jetas’ de los parados que no buscan trabajo, además de su sueldo como diputada, cobra un suplemento de 1.823,86 euros por ser diputada de fuera de Madrid. Es un dinero que en realidad se da a todos los congresistas para ayudarles a costear sus gastos por comida y alojamiento cuando están desplazados en la capital para acudir a las sesiones.
¿Se lleva Fabra 1.823 euros que no le corresponden?
Para dejar de percibir este dinero, que se asigna automáticamente a todos los diputados que no residen en Madrid, basta con que quienes han sido elegidos por otra circunscripción, pero viven en la capital, presenten un escrito comunicando su situación.
Sería el caso de Andrea Fabra, que en efecto, es diputada por Castellón, pero todo indica que no necesita cobrar el dinero extra para alojamiento, porque ¿acaso no vive con su marido, el exconsejero de sanidad de la Comunidad de Madrid y ejecutivo de Pocoyó, Juan José Guemes, en la casa familiar que tienen en la lujosa urbanización La Finca -donde viven Correa, futbolistas y cantantes famosos…-? Porque si es así ¿puesto que no tiene que pagar alojamiento alguno, ya que reside en su casa, no debiera devolver la diputada Fabra el dinero… y joderse y quedarse sin los 1.823,86 euros, porque de no renunciar a ellos estaría llevándose injustamente el dinero de los contribuyentes?