Novo dice que la alcaldesa solo «cruzó unas palabras» con la empleada «sin faltar el respeto a nadie»
Representantes del comité de empresa de la Empresa
Municipal de Transportes de Valencia (EMT) han afirmado que la alcaldesa
Rita Barberá recriminó a una conductora de la compañía el sueldo que
cobraba, en presencia de los pasajeros que esperaban a reanudar la
marcha, en una de las jornadas de huelga convocadas entre el jueves y el
domingo por los sindicatos, según han explicado fuentes de este comité a
Europa Press.
Los hechos sucedieron este pasado fin de semana, según
estas mismas fuentes, que han apuntado que la primera edil se molestó
porque en la puerta de su casa había un autobús parado, en un punto
donde se realiza la regulación de la línea, y llevaba pegatinas con la
inscripción de 'Rita no paga'.
Según esta versión, la alcaldesa salió del coche oficial y
fue hacia donde estaba el autobús. "Se dirigió a la conductora para
decirle que estaba cobrando tres mil y pico euros delante de los
pasajeros", han indicado desde el comité de empresa. Por su parte, la
conductora le respondió que "no los cobraba y que ningún conductor
ganaba ese dinero". Además, Barberá también le recriminó que llevara las
pegatinas, "de mala forma", algo que desde el comité de empresa
considera que "no se corresponde con una persona de su talante".
Los representantes de los trabajadores creen que a la
alcaldesa "le está molestando mucho el hecho de que nos estemos
manifestando y reclamando lo que nos debe". Los trabajadores han editado
unas pegatinas y camisetas con el lema 'Rita no paga a sus
trabajadores' "y posiblemente le moleste más eso que la huelga o la
situación que se está planteando".
Desde el comité de empresa de la EMT han reiterado que
"ningún trabajador cobra 3.000 euros, a excepción de los jefes y
directivos" y han recalcado que han retado "en varias ocasiones" al
concejal encargado de este área a que lo demuestre. La plantilla tiene
un sueldo neto de una media de entre 1.400 y 1.700 euros y "en los que
se trabajan festivos, sábados y nocturnidad", ha recalcado.
Los representantes de los trabajadores creen "se ha
tomado la decisión política de destruir el estatus y el bienestar de un
montón de familias". Así, aseguran que, con esta decisión política, "se
van a cargar la empresa y para ello se ataca a los sueldos de los
trabajadores, que están en la media del resto de empresas de transportes
urbanos de España", han insistido.
El comité de empresa considera que "no se puede exigir
esfuerzo que se triplique o cuatriplique por encima del resto de
trabajadores del Ayuntamiento de Valencia". En este sentido, han
apuntado que si los trabajadores municipales han firmado acuerdos o
convenios que con la ley de presupuestos se les incrementa el IPC, "por
qué los de la EMT no pueden tener los mismos derechos", se han
preguntado.
Después de lo sucedido con la alcaldesa "se demuestra que
hay muchos nervios". "Existe una decisión política tomada para destruir
una empresa pública que presta un buen servicio a los ciudadanos de
Valencia, que posiblemente se deteriore en poco tiempo y se venda a
algunos empresarios", ha opinado.
Los trabajadores, después de la huelga de cuatro días,
seguirán con las manifestaciones y presentarán reclamaciones en los
juzgados "por los que nos adeudan". "Si se nos presiona más, no se
descarta una huelga incluso indefinida", han finalizado.
Novo le resta importancia
El concejal de Circulación y Transportes del Ayuntamiento
de Valencia y presidente de la Empresa Municipal de Transportes,
Alfonso Novo, ha asegurado que la alcaldesa de Valencia , Rita Barberá,
sólo "cruzó unas palabras con una conductora sobre los paros y sobre los
argumentos que defienden los sindicatos sin más transcendencia, pero
sin faltar al respeto a nadie".
Novo se ha expresado de esta manera en un comunicado en
relación a la denuncia del comité de empresa de la EMT de que Barberá
recriminó el sábado a una conductora de la compañía el sueldo que
cobraba, en presencia de los pasajeros que esperaban a reanudar la
marcha, en una de las jornadas de huelga.
En este sentido, el edil considera que se trató de un
"cambio de impresiones" y que "no tuvo la mayor importancia, aunque los
representantes sindicales quieran magnificar los hechos".
Novo se ha preguntado "si quien se rasga las vestiduras
por este hecho sin importancia, no será que piensa que la alcaldesa no
puede expresarse con libertad, cuando se están vertiendo contra ella
todo tipo de insultos, además con mentiras, pues ningún trabajador de la
EMT ha dejado de recibir su salario mensual".