La esponja de cocina, ese objeto cotidiano que solemos usar para lavar platos, también puede convertirse en la clave para limpiar a fondo el microondas. Con un procedimiento muy simple, permite desprender la grasa acumulada y desinfectar el interior del electrodoméstico sin necesidad de productos químicos.

Cómo hacerlo paso a paso

1. Humedecer bien una esponja limpia, asegurándose de que quede empapada en agua.
2. Escurrirla ligeramente, evitando que chorree pero manteniendo bastante humedad.
3. Colocarla en el centro del microondas.
4. Calentar a potencia alta durante 1 a 2 minutos.
5. Dejar reposar unos segundos antes de abrir la puerta para evitar quemaduras con el vapor.
6. Retirar con cuidado la esponja (que estará caliente) y aprovecharla para pasarla por las paredes y el plato giratorio, removiendo fácilmente la suciedad.

 

Por qué y cómo funciona este simple mecanismo

El vapor generado por la esponja caliente ablanda la grasa y los restos de comida pegados, lo que facilita su limpieza inmediata. Al mismo tiempo, el calor actúa como desinfectante: reduce la presencia de bacterias y gérmenes que suelen acumularse tanto en la esponja como en el microondas.

Precauciones importantes


• Nunca usar una esponja seca, ya que puede quemarse o incluso prender fuego.
• Evitar aquellas que tengan componentes metálicos, porque pueden generar chispas.
• Manipular siempre con cuidado, ya que la esponja estará muy caliente al retirarla.

Beneficios adicionales

Además de dejar el microondas impecable, este truco ayuda a prolongar la vida útil de la esponja y a reducir el uso de limpiadores químicos. Es una alternativa práctica, económica y sostenible para mantener la cocina higienizada.