El joven Kieran fue al retirar dinero de su cuenta y se encontró con que tenía esa suma de dinero depositada. Aunque con mucha honestidad, devolvió el dinero.
Un buen día, al revisar su estado de cuenta bancaria, se encontró con que tenía cerca de 1.3 millones de dólares en su haber. A pesar de que lo invadió la sorpresa , Kieran fue mucho más cauteloso de lo que esperarías de un chico inglés de tan solo 21 años.
En vez de gastar su extraordinario golpe de suerte en coches lujosos y ropa cara. Kieran hizo lo impensado (por muchos) notifico al banco y pidió explicaciones al respecto.
Al escuchar la increíble historia, el Fondo de Inversión Natwest, quien fue la entidad que cometió el millonario error, agradeció al joven por su honestidad y por su diligencia al llamar prontamente a las autoridades pertinentes.
La sociedad financiera recibió de vuelta sus 1.3 millones de dólares y el señor McKeefery recibió como recompensa por su honestidad 230 dólares, que no serán mucho dinero, pero el valor de una consciencia tranquila y un récord criminal limpio no tiene precio alguno.
En vez de gastar su extraordinario golpe de suerte en coches lujosos y ropa cara. Kieran hizo lo impensado (por muchos) notifico al banco y pidió explicaciones al respecto.
Al escuchar la increíble historia, el Fondo de Inversión Natwest, quien fue la entidad que cometió el millonario error, agradeció al joven por su honestidad y por su diligencia al llamar prontamente a las autoridades pertinentes.
La sociedad financiera recibió de vuelta sus 1.3 millones de dólares y el señor McKeefery recibió como recompensa por su honestidad 230 dólares, que no serán mucho dinero, pero el valor de una consciencia tranquila y un récord criminal limpio no tiene precio alguno.