En la Nochevieja de 1989 la Dirección de TVE le asignó la retransmisión de las Campanadas de Fin de Año desde la Puerta del Sol de Madrid,
siendo tristemente recordada por equivocar los cuartos con las
campanadas, indicando que sonaban los cuartos cuando las campanadas ya
habían comenzado, logrando que toda España, excepto Canarias por
encontrarse en otra zona horaria, entrara en el nuevo año sin tomar las
uvas a tiempo.1