Es normal que tengamos ganas de destacar y ascender en un trabajo, pero la manera en que lo hagamos es fundamental.
. Separar vida profesional y privada.
Algo que siempre debes tener en mente es que tu trabajo y tus problemas
personales no deben mezclarse bajo ninguna circunstancia. Sí, seguro
algunas situaciones van afectar tu ánimo, pero debes aprender a que como
profesional tu estabilidad emocional no puede verse afectada.
Responsabilidad. Esto en
realidad es básico para todo en la vida. Ser responsable hace que los
demás confíen en ti, te hace mejor persona y las personas saben que
pueden encargarte tareas importantes.
Madurez profesional. Ya no
estás en el colegio ni la universidad, a estas alturas ya sabes que
debes dejarte de berrinches de adolescente. Ya pasaste la etapa donde
creías que tenías “demasiada tarea”. Ahora debes aceptar que seguro
muchas veces te quedarás hasta tarde en la oficina y que deberás
resolver situaciones contra el tiempo.
Proactividad. Más allá de
ser buena en tus tareas en el trabajo, una parte importante que los
jefes valoran mucho es la capacidad de proponer nuevas cosas, dar
soluciones, saber hacer proyectos y trazar metas.
Sociabilidad. Tal vez no
todos tus compañeros de la oficina te caigan bien (algunos ni siquiera
los soportas), pero es importantes que te acostumbres a saludas y
despedirte de todos, por un tema de educación.
Retos cumplidos. Es
importante que tengas metas, tanto personales como para al empresa.
Hacer esto hará que te exijas más como profesional y que trates de
superarte a ti misma para ser mejor cada día.
Comunicación asertiva. Si
quieres pedir algo, consultar o dar ideas lo que debes hacer es aprender
a hablar, saber decir las palabras exactas para cada tema y nunca trata
de imponer tus ideas. Debes saber escuchar y serás escuchada.
Aprendizaje. No te quede con
lo que ya sabes, aprende más. Si puedes métete a cursos, seminarios,
inscríbete en un curso de idiomas. Cultívate como persona y agranda tus
conocimientos.
Autocontrol. Seguro habrán
días en los que quieras tirar todo, quemar la oficina y gritarle a tu
jefe, pero recuerda que esto no solucionará el conflicto por el que
estés pasando. Cuenta hasta 3, 5 o 10 y respira onda. Todos los
problemas tienen solución, lo único que debes hacer es encontrarlo con
la mente tranquila.