El secretario general y la gerente del partido en La Rioja aseguran no recordar los detalles de la sospechosa compra de un local en Logroño destapada por los 'papeles de Bárcenas'. El magistrado, visiblemente enfadado, les ha dado 48 horas para que aporten nueva documentación de aquella operación.
nuevo enfado del juez Pablo Ruz con el PP a cuenta de los 'papeles de Bárcenas'. La actitud de los dos dirigentes de partido en La Rioja que han declarado como testigos este miércoles para aclarar la procedencia del dinero con el que la formación compró en 2008 un local en Logroño ha terminado por provocar la evidente irritación del magistrado después de que ambos se refugiasen reiteradamente en "no lo recuerdo" y "no lo sé" para evitar dar detalles sobre la misma. En una decisión poco habitual, el magistrado les ha dado un plazo de sólo 48 horas para que entreguen toda la documentación que tengan sobre aquella adquisición y las obras de reforma que hicieron posteriormente en el inmueble. Según fuentes jurídicas, Ruz ha llegado a reiterar a ambos dirigentes regionales que estaban allí como testigos y que, por tanto, tenían la obligación de responder con la verdad a las preguntas que les planteaban.
El juez ha dado dos días al PP riojano para que entregue toda la documentación sobre el crédito pedido, la compra del local y los gastos de las obras de remodelación
El primero en comparecer fue Carlos Cuevas,
secretario general del PP en La Rioja y miembro del parlamento
regional, quien durante su comparecencia no concretó demasiados detalles
de cómo se gestó aquella compra pese a la lluvia de preguntas que tanto
el juez como las acusaciones le plantearon sobre la misma y sobre el
origen de los aproximadamente 1,5 millones de euros que la formación
política invirtió en ello. Cuevas, visiblemente nervioso durante toda su
comparecencian, llegó a afirmar que no sabía quiénes eran los
propietarios de los dos locales contiguos que adquirieron (eran
Iberdrola y una particular) ni quién negoció con ellos para llegar a un
acuerdo. Sólo admitió haber participado en un encuentro con los responsables del Banco Santander
para solicitar dos créditos (uno de 900.000 euros y otro de 120.000)
para la compra. Y ello, sólo después de que el juez le preguntara con
insistencia sobre la negociación de dichos préstamos.
"A fondo perdido"
También se escudó en el "no recuerdo" cuando le
interrogaron sobre con quién de Génova 13 hablaron para adquirir el
inmueble pese a que en la causa existe ya sendos poderes notariales
firmados por Álvaro Lapuerta y Luis Bárcenas
que les autorizaba a realizar dicha operación. Tampoco supo decir a
quién le pidieron en Madrid los 200.000 euros como ayuda a los pagos. Sólo aseguró que dichos fondos se los remitieron "a fondo perdido" y
que se enteraron de que habían llegado al mirar el extracto de la
cuenta en la que fue ingresado el dinero. El secretario general del PP
riojano se limitó a detallar de un modo vago que en una reunión de la
ejecutiva del partido regional se trató de la necesidad de pedir dinero a
los afiliados y a la organización, pero sin que se llegara a concretar
cómo ni a quién. Sólo dijo que como era "público y notorio", aquel
encuentro lo presidió el líder riojano, Pedro Sanz.
"Esa notoriedad yo no la conozco", le espetó el magistrado ya en ese
momento molesto por la actitud del testigo durante el interrogatorio.
El dirigente 'popular' negó la veracidad del apunte de los 'papeles de Bárcenas' que delataba una supuesta entrega en metálico a la caja B de Génova 13 de 200.000 euros en mayo de 2008,
la cantidad que un mes después era transferida vía bancaria ya
'blanqueada' para poder ser utilizada en la compra del local, según
apunta la investigación del juez. Cuevas insistió que nunca había
llevado dinero en metálico a Génova y que las donaciones que el partido
recibió en la región eran todas pequeñas y ninguna fue hecha por
empresas. "Somo cumplidores con la ley, incluso escrupulosos", llegó a
afirmar.
Compañero de Bárcenas en el Senado
Los 'fallos' de memoria de Cuevas llegaron a su punto culminante cuando se le preguntó si conocía a Luis Bárcenas. El
'número 2' de La Rioja aseguró entonces que sólo había coincidido con
él una vez en un acto de partido en Génova al que asistieron cerca de
cien personas. Sólo cuando una de las acusaciones le recordó que él
había sido senador en la misma legislatura que el extesorero, admitió
que durante aquellos años sí lo veía en la Cámara Alta. "Pero no somos
amigos", recalcó. Sobre los otros dos antiguos miembros del equipo
financiero del partido imputados en la causa, Álvaro Lapuerta y
Cristóbal Paéz, aseguró que nunca tuvo relación con ellos y que,
incluso, al segundo no podría identificarle si lo viera.
Visiblemente nerviioso, el número 2 del partido en La Rioja llegó a asegurar que no conocía casi a Bárcenas pese a que ambos coincidieron durante una Legislatura en el Senado
La segunda dirigente del PP de La Rioja en declarar fue la gerente de la formación, Ana Elvira Martínez,
quien sufrió la misma 'amnesia' que su compañero de partido sobre los
detalles de la compra del local en Logroño. También muy nerviosa (el
juez le pidió en varias ocasiones que elevará el tono de voz,
prácticamente inaudible), su testimonio fue una sucesión de "no
recuerdo" y "no lo sé" con los que evitó dar más detalles que su
compañero. Al término de su declaración, el juez Ruz, visiblemente
irritado, decidió convocarles en su despacho para requerirles formalmente nueva documentación sobre la compra con carácter de urgencia.
En concreto, los dos dirigentes 'populares' tienen dos
días para hacer llegar a la Audiencia Nacional copia de las escrituras
públicas de la compra de los locales y los documentos privados firmados
con sus anteriores propietarios, así como la escrituras de las dos
hipotecas suscritas, las actas de las reuniones del Comité regional del
partido en los que se abordó la adquisición y los presupuestos completos
de la formación de aquel año, el 2008. Además, les ha pedido toda las
facturas y asientos contables de las obras de reforma de la nueva sede, y
cualquier otra documentación referida a la adquisición de otros
inmuebles en aquel año.