14/01/2014 ALFONSO CASTELLANO
Cual de nosotros no ha soñado con que cambie todos estos
males que nos ha tocado vivir. Despertar un día y poder decir que mal se pasó
en la crisis. Poder volver a los años donde “Curro se va al Caribe” a pasar las
vacaciones, no a trabajar como yo lo hago.
Pues bien dejar de soñar eso no ocurrirá, estas cosas solo
pasan en películas o en cuentos de hadas. Con esto no quiero llevar al desánimo
ni a la dejadez política todo lo contrario lo que llamo es a la realidad, eso
sí apoyándose en la utopía de un mundo mejor, no en la que hemos vivido en
otros años donde cada uno salía a “buscarse sus habichuelas” sin importarnos el
vecino ni el amigo que lo está pasando mal. Creo que ya hemos aprendido la
lección, que si al vecino le va mal,
cual quiera de nosotros va detrás, sin importar las ideas políticas, edad,
cultura o educación.
Hay una forma de hacerlo en estos momentos tenemos un
ejemplo de cómo hay que hacerlo y es Gamonal. Este nombre a muchos no le dice
nada, ya que es un pueblo de Burgos puramente obrero que debido al crecimiento
de la capital se anexionó, quedando ahora como barrio. Tengo la suerte de
conocer esta localidad debido a mis viajes por asuntos familiares.
Ahora creo que mucha gente conoce estos disturbios algunos
ciudadanos se preguntan porque, y sería bueno saber que el problema que
intentan solucionar es el mismo que nos ha llevado a esta situación económica,
que por eso algunos le solemos llamar estafa en vez de crisis.
Intentare explicar todo estos disturbios desde la lejanía,
pero con la compresión y el deseo de que se conviertan en un estallido
nacional.
Al pasar por la calle Vitoria, antigua carretera N-1,
descubríamos que allí se podía aparcar en doble fila (legalmente) dejando el
vehículo sin freno de mano y se podía cambiar de sitio para el que está dentro
pudiera salir sin ningún perjuicio. Esto demuestra que habiendo un problema
sabían resolverlo de buena manera. Debido al desempleo que aunque allí no es
tan grande como en otras zonas, si se está cebando con ese barrió. Como casi
todos los ayuntamientos del país está casi en bancarrota, gracias a las malas
políticas llevadas y centradas solo en el caciquismo. Sin embargo se le ocurre
gastarse un dinero que no tiene en hacer un aparcamiento en dicha calle, con lo
que llevaría a tener que pagar a todos los que viven allí en la calle y en el
barrio, ya que según dicen saldrían con un precio muy elevado. Todo esto parece
algo bueno y normal si no fuera porque casualmente el que ha hecho el proyecto
es Méndez Pozo, un famoso constructor que se hizo rico con la burbuja
inmobiliaria y habiendo estado en prisión por delitos relacionados con la
especulación. Estas protestas que están ocurriendo se creían
tanto el ayuntamiento como el constructor que serían sofocadas como siempre por
el silencio de los medios de comunicación, ya que Méndez Pozo cuenta con los
dos periódicos de más tirada en esta provincia. Con lo que no contaban, era con
las redes sociales, donde se está dando a conocer todo estos desmanes del
sistema y sus consecuencias. Tanto es lo que están consiguiendo por los
ciudadanos, que el partido está llamando
al alcalde para convencerlo para que dé marcha atrás al proyecto.
Como ya dije en lo que escribí anteriormente, en “Los amos
del desastre” debemos de saber cuál es el problema para poder atajarlo. Pero es
así como se frena todo esto, estando en la calle con una misma idea y sin
banderas ni siglas.