El País / NATALIA JUNQUERA / 15-11-2013
Exhumación de una fosa común en el cementerio de Santo Toribio de Teba (Málaga) en mayo de 2012. / GARCÍA-SANTOS
España se examinó los pasados 5 y 6 de noviembre, por primera vez, ante el Comité de la ONU contra la Desaparición Forzada
que, tras evaluar el informe presentado por la embajadora española ante
Naciones Unidas Ana Menéndez Pérez y los abogados del Estado, así como
entrevistar entre otros al exjuez Baltasar Garzón,
ha emitido hoy su dictamen. El informe final del organismo
internacional expresa su preocupación por el desamparo de las víctimas
del franquismo e insta al Gobierno a "cumplir su obligación" de buscar a
los desaparecidos durante la Guerra Civil y la dictadura, para lo que
recomienda al Ejecutivo de Mariano Rajoy que asigne "los recursos de
personal, técnicos y financieros suficientes". Actualmente no existe
ninguna partida presupuestaria para esta tarea.
Los argumentos esgrimidos por los abogados del Estado españoles sobre
la imposibilidad de investigar esas desapariciones debido a la muerte
de los responsables, la prescripción del delito y la ley de amnistía no
han convencido a la ONU. "El Comité insta al Estado a que vele por que
los plazos de prescripción se cuenten efectivamente a partir del momento
en que cesa la desaparición forzada, es decir, desde que la persona
aparece con vida, se encuentran sus restos o se restituye su identidad.
Asimismo, lo exhorta a que asegure que todas las desapariciones forzadas
sean investigadas de manera exhaustiva e imparcial, independientemente
del tiempo transcurrido desde el inicio de las mismas (...) y a que se
adopten las medidas necesarias, legislativas o judiciales, con miras a
superar los obstáculos jurídicos de orden interno que puedan impedir
tales investigaciones, en particular la interpretación que se ha dado a
la ley de amnistía".
"Los presuntos autores", añade la ONU, "deben ser enjuiciados y, de
ser declarados culpables, sancionados de conformidad con la gravedad de
sus actos", y las víctimas deben recibir "reparación adecuada".
El Comité de Naciones Unidas contra la desaparición forzada también
insta a España a colaborar "en todo lo necesario" con las autoridades de
otros países que estén investigando estos casos, como ocurre ahora en
Argentina. La juez de Buenos Aires María Servini de Cubría ha solicitado
la extradición de dos acusados de torturas durante el franquismo: el exguardia civil Jesús Muñecas y el exinspector José Antonio González Pacheco, Billy el Niño, pero España todavía no ha respondido a esa petición ni ha detenido a los imputados.
Naciones Unidas manifiesta también su inquietud por el escaso alcance
de la ley de memoria histórica que hace recaer en los familiares de las
víctimas las tareas de localización e identificación de sus
desaparecidos cuando la "la búsqueda de las personas que han sido
sometidas a desaparición forzada y el esclarecimiento de su suerte son
obligaciones del Estado". El Comité de la ONU insta a España a
considerar la creación de "un órgano específico" encargado de la
búsqueda de estas personas. La cifra que el exjuez de la Audiencia
Nacional Baltasar Garzón expuso durante su intervención ante el comité
asciende a más de 150.000.
Finalmente, el Comité invita a España a constituir una comisión de la
verdad con expertos independientes que investigue las violaciones de
derechos humanos cometidas durante el franquismo. Así lo había
solicitado también Garzón durante su intervención en la ONU.
La ONU ha dado a España un plazo de un año, "a más tardar el 15 de
noviembre de 2014" para informar al Comité de si ha hecho caso a tres de
sus recomendaciones: la de adoptar las medidas necesarias para dejar
sin efecto la ley de amnistía e investigar las desapariciones forzadas
cometidas durante el franquismo; la de eliminar en la futura reforma de
la ley de enjuiciamiento criminal la detención incomunicada y la de
dotar de recursos económicos, técnicos y de personal la tarea de
búsqueda de desaparecidos. Para el resto de sus recomendaciones, el
Comité da a España un plazo de seis años.
El Comité contra la Desaparición Forzada es un organismo de la ONU
formado por expertos independientes encargado de vigilar el cumplimiento
de la Convención Internacional sobre Desapariciones Forzadas, que 40
Estados, entre ellos España (2010), han ratificado. El artículo 29 de la
convención obliga al Gobierno a informar periódicamente al Comité de
qué medidas ha adoptado para cumplir con las obligaciones contraídas al
ratificar la Convención (que se publicó en el BOE el 18 de febrero de
2011).
"No se trata de mirar al pasado con revancha. La verdad es
reparadora. Y no solo para las víctimas, sino para la sociedad entera.
Cuando hay una contradicción entre la justicia y el derecho, debe
prevalecer la justicia", ha explicado a EL PAÍS el encargado de redactar
el informe sobre España, el uruguayo Álvaro Garcé García y Santos.
Garzón: "No es una cuestión del pasado, es del presente, ahora"
"No tiene sentido que España emita un informe sin hacer mención al
mayor número de desapariciones forzadas que existen en nuestro país como
es el número de víctimas de la Guerra Civil y el franquismo, más de
150.000 personas respecto de las cuales no ha habido respuesta judicial
ni de reparación alguna ante la escasez del ámbito de aplicación de la
ley de memoria histórica", ha declarado Garzón. "España está obligada
ineludiblemente a investigar estos crímenes. Esta cuestión no es del
pasado, es del presente, es de ahora".
El exmagistrado de la Audiencia Nacional recordó cómo la sentencia
por la que el Tribunal Supremo le absolvió del delito de prevaricación
por su investigación de los crímenes del franquismo primero, y el
posterior auto del 28 de marzo de 2012 de la misma sala habían "cerrado"
totalmente la posibilidad de investigar estas desapariciones en España.
"La jurisprudencia no es ley", pero para Garzón ambas resoluciones
judiciales actuaban como una amenaza, un aviso a navegantes: "nadie va a
desatender el mensaje claro, contundente, del Supremo, si no quiere
asumir unas consecuencias nada deseables para un juez". Por eso, ha
añadido, no hay en España ninguna investigación abierta sobre estos
crímenes.
Amnistía Internacional celebra el dictamen de la ONU
Amnistía Internacional, a quien el Comité invitó a Ginebra para
opinar sobre el caso español, celebra el dictamen de la ONU, que apoya
sus posiciones: "El Comité da un paso importante tanto para España como
para el resto de países ya que reconoce su competencia para formular
recomendaciones a los Estados sobre desapariciones forzadas cometidas en
el pasado", ha declarado Ignacio Jotvis, el enviado de la organización a Ginebra
para el examen a España el pasado 5 de noviembre. El informe que el
Gobierno presentó el primer día de su evaluación negaba al Comité de
Naciones Unidas la competencia para exigirles nada sobre desapariciones
producidas antes de la entrada en vigor para España de la Convención
contra las Desapariciones Forzadas, el 23 de diciembre de 2010.
Amnistía Internacional espera que "todas las autoridades españolas,
incluidas las judiciales" adopten a partir de ahora las recomendaciones
de la ONU.
Las víctimas piden al Gobierno una disculpa y que deje de "mirar para otro lado"
También la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica
(ARMH) ha celebrado la decisión de Naciones Unidas. "El Gobierno español
non puede seguir mirando para otro lado y negar a las víctimas de la
dictadura sus derechos. Debería disculparse públicamente con ellas por
haberlas maltratado", afirman en un comunicado.
"Desde que en el año 2000 se exhumara la primera fosa de víctimas de
la dictadura con técnicas científicas hasta hoy el Gibierno ha
incumplido gravemente sus deberes humanitarios hacia las miles de
familias que tienen un ser querido desaparecido". "Estos años de espera
para las víctimas han sido una forma de maltrato, de ser ignoradas por
un Estado que para unas violencias garantiza la verdad, la justicia y la
reparación porque les interesa electoral y políticamente y para otras,
como las de la dictadura, ni siquiera la mínima ayuda humanitaria para
poder dar sepultura a sus seres queridos", añaden.
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica acusa al
Gobierno de haber denegado el auxilio a las víctimas del "delito más
grave y terrorífico que se puede cometer contra un ser humano: detenerlo
ilegalmente, torturarlo, asesinarlo y esconder su cadáver para extender
el dolor de su familia en el espacio y en el tiempo".