Imagen ilustrativa.
Una yanqui demandó a una compañía
de correo por enviarle, por equivocación, una caja con marihuana. Luego
de realizar el correspondiente reclamo, enviaron a los dueños de la
encomienda a su casa a retirar lo suyo.
Una mujer de Massachusetts ha demandado a una
empresa de correos, alegando que la compañía le envió por error un
paquete con unos 3 kilogramos de marihuana, luego le proporcionó su
dirección a los dueños de dicha droga, quienes se presentaron a
recogerla al hogar de la mujer.
Maryangela Tobin, de Plymouth, estableció en la demanda, que al dar su domicilio la compañía violó las leyes estatales de privacidad, poniéndola a ella y su familia en un evidente riesgo.
“Siento que la seguridad de mis hijas y la mía propia fueron invadidas, poniendo las cosas más difíciles”, reclamó Maryangela.
Aturdida, la madre dijo que al abrir el paquete pensaba que se trataba de un regalo de cumpleños para una de sus hijas, pues encontró velas, popotes y menta. Luego encontró la marihuana en el fondo de la caja.
Después de recibir el paquete con marihuana, unos hombres se presentaron a su puerta y le pidieron que les entregara el paquete, asustada, Maryangela negó tener la marihuana en su poder, cerró la puerta y llamó a la policía.
Aunque la policía detuvo a los presuntos traficantes, la mujer teme por las posibles represarías que ella o sus hijas puedan sufrir.
Maryangela Tobin, de Plymouth, estableció en la demanda, que al dar su domicilio la compañía violó las leyes estatales de privacidad, poniéndola a ella y su familia en un evidente riesgo.
“Siento que la seguridad de mis hijas y la mía propia fueron invadidas, poniendo las cosas más difíciles”, reclamó Maryangela.
Aturdida, la madre dijo que al abrir el paquete pensaba que se trataba de un regalo de cumpleños para una de sus hijas, pues encontró velas, popotes y menta. Luego encontró la marihuana en el fondo de la caja.
Después de recibir el paquete con marihuana, unos hombres se presentaron a su puerta y le pidieron que les entregara el paquete, asustada, Maryangela negó tener la marihuana en su poder, cerró la puerta y llamó a la policía.
Aunque la policía detuvo a los presuntos traficantes, la mujer teme por las posibles represarías que ella o sus hijas puedan sufrir.