Catarina entrega por generosa.
Una jovencita brasileña de 20 años
ofrece su cuerpo para debutar sexualmente mediante una subasta la cual
asciende a 155 mil dólares. La idea de la muchacha es recaudar dinero
para abrir una ONG e invertir en un proyecto de viviendas para los más
necesitados.
Catarina Migliorini, una joven brasileña de
20 años, remata su virginidad. ¿El motivo? La idea forma parte del
documental "Virgins Wanted", el cual relata la historia de las jóvenes
antes y después de su primera experiencia sexual.
De acuerdo con lo que publica el periódico Folha, la subasta asciende a los US$ 155.000 y los fondos serían utilizados para abrir una organización no gubernamental e invertir en un proyecto para la construcción de viviendas populares para familias de pobres que viven en su ciudad natal de Santa Catarina.
"Estoy en este proyecto (para vender su debut sexual) hace dos años", confesó Catarina. "Todo empezó cuando vi un reportaje de un cineasta australiano que estaba buscando una chica virgen. Pensé: yo soy virgen, voy a inscribirme. Fue por un impulso que yo, una chiquilla de 18 años, decidí inscribirme. Pensé que no me responderían", resaltó.
"Es como un reality show, pero sin grabaciones durante todo el día. Una de las partes del documental es un remate, en Internet, en el que el premio es mi virginidad. No pienso mucho en el valor", explicó la joven, quien agregó: "Lo que te puedo decir ahora es que es una subasta, para mí, es un negocio. Pero creo con todas mis fuerzas en el amor".
De acuerdo con lo que publica el periódico Folha, la subasta asciende a los US$ 155.000 y los fondos serían utilizados para abrir una organización no gubernamental e invertir en un proyecto para la construcción de viviendas populares para familias de pobres que viven en su ciudad natal de Santa Catarina.
"Estoy en este proyecto (para vender su debut sexual) hace dos años", confesó Catarina. "Todo empezó cuando vi un reportaje de un cineasta australiano que estaba buscando una chica virgen. Pensé: yo soy virgen, voy a inscribirme. Fue por un impulso que yo, una chiquilla de 18 años, decidí inscribirme. Pensé que no me responderían", resaltó.
"Es como un reality show, pero sin grabaciones durante todo el día. Una de las partes del documental es un remate, en Internet, en el que el premio es mi virginidad. No pienso mucho en el valor", explicó la joven, quien agregó: "Lo que te puedo decir ahora es que es una subasta, para mí, es un negocio. Pero creo con todas mis fuerzas en el amor".