Cree
que lo fundamental es lograr el consenso, que solo se produce a partir
de ideas diferentes y recuerda el espíritu de la Transición española y
el sentido de estado de los políticos del 78, con diferentes ideologías
pero capaces de alcanzar acuerdos. Reconoce que su única preocupación en
este momento es que se solucionen los problemas de los andaluces: que
baje el paro, que fluya el crédito a los emprendedores... Su ambición y
la de su gobierno es estar en todo el territorio andaluz, escuchando
todos los problemas e intentando solucionarlos.
Asegura
que ha hecho el gobierno que ha creído mejor para Andalucía sin ninguna
presión externa y afirma que su “única cuota territorial es Andalucía” y
pone el ejemplo de que si cada consejero es de una provincia y solo
piensa en su provincia, “quién piensa en Andalucía?”.
Reconoce
que no le gustan las maniobras “secretas o escondidas” dentro de su
partido sino la “oposición directa y a la cara” y asegura que era
consciente de que había muchos “tomando medidas para su ataúd” antes de
las elecciones pero cree que hizo una campaña con moral de victoria para
contrarrestar el espíritu de “bajar los brazos” en el PSOE tras el 20N.
No se considera el “socialista con más poder de España” y asegura que
“su jefe político es Rubalcaba”, su secretario general, con el que habla
a diario y con el que mantiene una buena relación.
Sus
primeras decisiones en el consejo de gobierno de hoy estarán centradas
en un dispositivo de empleo destinado a luchar contra el paro. Asegura
que está esperando al dictamen de los servicios jurídicos de la Junta
para ver si recurre al Constitucional los recortes en Sanidad y
Educación. No ha concretado en qué va a recortar los 2.700 millones de
su presupuesto pero reconoce que esos recortes yan vienen marcado por lo
que deja de invertir el Estado en Andalucía.
En
Sanidad defiende que es posible ahorrar sin recortar derechos aunque
reconoce que va a ralentizarse la inversión y apuesta decididamente por
la política de financiación selectiva de medicamentos y asegura que
volverán a realizar subastas a pesar de la oposición del gobierno.
Acusa
a Rajoy de no explicar bien sus recortes y sobre todo no hablarlos con
la oposición. Pone el ejemplo del decreto de saneamiento de Banca que se
va a aprobar el viernes y que no se ha hablado con el resto de partidos
y se pregunta por qué “el Estado no se puede endeudar para Educación o
Sanidad pero sí para ayudar a un banco”. Cree que puede haber muchas
razones pero lo primero es explicarlo porque el dinero que se va a meter
en Bankia procede del Estado. Asegura que hay temas que afectan a
nuestra convivencia y a la cohesión social y si rompemos el lazo social
(pensiones, sanidad, educación etc...) nos encontraremos como Grecia.
Cree
que retirar la tarjeta sanitaria a los inmigrantes irregulares va
contra el artículo 43 de la Constitución pero además es una cuestión de
salubridad pública, y de humanidad. En cuanto a el aumento de la ratio
de alumnos en las aulas responde que la ratio depende del número de
profesores que se pueda contratar y eso depende de las oposiciones que
el gobierno ha bloqueado. Recuerda que Andalucía es el 20% de la
población española menor de 21 años,. Y asegura que “necesitamos más
medios para educación, no para ser mejores sino para ser iguales”.
Sobre
personas concretas de su Gobierno, Griñán niega que Susana Díaz sea una
vicepresidenta en la sombra y valora el papel fundamental que ha tenido
en las negociaciones con IU y cree que con su nuevo cargo podrá
comprobar cómo se materializa ese acuerdo político. Niega también que su
consejero de Justicia, el fiscal Emilio Llera sea un “parapeto para el
caso de los ERE” y defiende que su nombramiento responde a una petición
del colectivo de jueces y fiscales, asegura que Llera ha renunciado a un
puesto en el Supremo para ser consejero. En cuanto a si teme la
imputación de la jueza Alaya por ese mismo caso, ha respondido no hay
"ninguna razón objetiva" para ello y además Alaya no puede imputarle
puesto que “él responde ante el Supremo”.
Griñán
ha desmentido que Micaela Navarro no esté en el Gobierno por haber
apoyado a Rubalcaba, ya que muchos de sus consejeros también lo apoyaron
y asegura que quería unir las áreas de salud y servicios sociales desde
hacía tiempo porque se complementan. No confirma tampoco si contará con
ella en la Ejecutiva del partido asegurando que es muy “prematuro”
hablar ya del esquema organizativo que saldrá del congreso del PSOE-A en
julio.