La Navidad, ya lo sabemos, es un tiempo para la paz, el amor y la reconciliación… A no ser que seas
Míster Scrooge y estas fechas tan señaladas
te provoquen prurito
y despierten en ti los sentimientos más abyectos. Si es el caso –Dios
no lo quiera- siempre te queda la alternativa de enviar un “zas, en toda
la boca” a ese compañero de oficina que lleva todo el año poniéndote la
zancadilla y que (también es mala suerte) te ha tocado como “amigo
invisible”; a ese cliente que te trae por la calle de la amargura o al
cuñado graciosete con el que nadie quiere sentarse en la cena de
Navidad.
Aquí tienes un selecto surtido de productos con nombres altamente
inapropiados para que montes una cesta de Navidad que haría las delicias
de
El Grinch. Felices Fiestas.
Pacharán Que te Den por Culo
La primera, en el orto. De los creadores de
Licor Hijo Puta, llega a su minibar más cercano el licor más grosero de la licorería. El
Pacharán Que Te Den por Culo
está específicamente creado para “regalar a tu ex”, según reza la
etiqueta. También hay versión licor de hierbas y crema de chocolate,
siempre con el Supermaño en la etiqueta.
Vino Gran Cerdo
La bodega riojana
The Wine Love tuvo su minuto de gloria en 2011 cuando presentó, con gran éxito de crítica y público, su etiqueta
Gran Cerdo (un vino dedicado a los banqueros). La etiqueta no ahorra detalles para explicar el porqué de semejante denominación de origen:
Gran Cerdo es un gran vino
dedicado a los directores de banco que nos negaron préstamos aduciendo
que el vino no era un bien embargable. Corpulentos, sudorosos y
trajeados personajes, algún día descubriréis que las cosas más
importantes de la vida no se pueden embargar.
Licor Hijo Puta
Muy felices se las ingeniaba el asturiano Rubén Lavanda cuando
decidió tomar la calle de en medio, romper los manuales de marketing y
lanzar la célebre marca de Licor de hierbas Hijoputa. La Oficina de
Marcas de la UE
le denegó la denominación en 2012 por considerarla “ofensiva” y “contraria a las buenas costumbres”.
Pollas en vinagre (con la cara de Rajoy)
¿Por qué ser ofensivo una sola vez, pudiendo serlo por partida doble? Eso pensó el artista y provocateur
Miguel Ezpania,
que añadió a un producto de nombre cómico, las pollas en vinagre, una
etiqueta con el rostro estupefacto del próximo expresidente del
Gobierno, don Mariano Rajoy. Pero la broma le costó a Espazia
ser expulsado con cajas destempladas por sus compañeros del mercado de la Cebada, en Madrid.
Sangría Marca Coño
El naming soez no es privativo de España, no se crean ustedes. La Sangría Marca Coño (así: todo seguido) es una
popular marisquería de
Puerto Rico que luce un enorme balde en el local con la grosera denominación.
Aceitunas Sarasa
Si lo que pretendemos con nuestra cesta toca-pelotas es hacer outing o
insinuar el gusto por los señores de un semejante en la selección no
debe faltar un bote de
Aceitunas Sarasa.
Si bien “sarasa” es un calificativo demodé, propio de chiste de
Arévalo, la marca proviene del nombre de la fundadora, la señora Carmen
Sarasa, del pueblo navarro de Andosilla, según informa
España Bizara.
Puto
Lo mismo, pero en versión mexicana y con un producto filipino que no
sabemos muy bien lo que es. Tal vez unas pelotas de arroz al vapor.
Whatever… ¿no había un nombre mejor que Puto?
Cojones del Anticristo
Volvemos a España, más concretamente al Valle del Liébana, con unas
pastas de té de nombre blasfemos a la par que impactante. La coartada de
semejante marca la explica, una vez más,
España Bizarra:
“para
justificar la canallada cuenta que el Beato de Liébana tenía grandes
diferencias teológicas con un «tal Elipando de Toledo» que al parecer
era un «poco hereje», llegando su enemistad hasta tal punto de llegar a
definirlo como «el cojón del anticristo»”.
Chochitos Ricos
Si el anterior ítem de la cesta era blasfemo, éste es directamente
denunciable. ¿Chochitos Ricos? En realida, la caja contiene unas pastas
de mantequilla y frutas del bosque fabricadas por la empresa cántabra
La Flor de Liébana. “El genio de la mercadotecnia que trabaja en ella tuvo la genial idea de incluir en la parte trasera de la caja
un erótico y pertubador poema que termina con la siguiente estrofa:
Chochito rico, qué rico,
atiende mi petición,
no me dejes sin probarte,
no rompas mi corazón.”
Vino Follador
Técnicamente no es un insulto pero hay que reconocer que Vino
Follador suena tan mal como Nissan Pajero. Con una leve diferencia: el
vitivinícola al menos conoce gente, como decía el chiste.
Espárragos Cojonudos
Un clásico de las marcas chungas de ayer, hoy y siempre.
Cuenta la leyenda
que fue el mismísimo Rey Campechano el que bautizó así el producto,
cuando recibió un lote de gran calidad (por el morro, claro) de unos
productores navarros.
BONUS TRACK: Pepero
Una vez más, no se trata de un insulto, pero casi. Nuestra amable lectora
Lydia Olivera nos envía esta foto de unos palitos de chocolate, tomada en un comercio de productos asiáticos en Irlanda. Pepero lo serás tú.
Inspiración de España Bizarra y fotos de Iñaki Errasti. Con información de Con Cuchillo y Tenedor, Strambotic y Old Strambotic.
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