Fachada lateral del Palacio Ducal de Fernán Núñez.
Un grupo de vecinos se organiza para evitar el derrumbe de uno de
los monumentos civiles más importantes de la provincia, declarado BIC en
1983
El progresivo deterioro del Palacio Ducal de Fernán Núñez es ya
absoluto. Hace un par de meses, durante unos pequeños trabajos en la
parte trasera de este monumento histórico se derrumbó parte de una
balconada, evidenciando el estado de este Bien de Interés Cultural (BIC)
desde 1983 que corre riesgo de venirse abajo totalmente. Por eso, un
grupo de vecinos de Fernán Núñez ha iniciado una campaña de recogida de
firmas en
change.org para
exigir a las administraciones públicas que hagan algo para evitar que
uno de los monumentos civiles más importantes de la provincia de Córdoba
se destruya por completo. El objetivo de la campaña es alcanzar las
1.000 firmas, en una población que roza los 10.000 habitantes. La
petición está dirigida al Ayuntamiento, a la Diputación, a la Junta de
Andalucía y al Ministerio de Cultura.
La historia de la progresiva ruina del Palacio Ducal de Fernán Núñez
es endémica. Desde que la Casa Ducal de Fernán Núñez desamortizó sus
propiedades en el pueblo, el Ayuntamiento, propietario del edificio, no
ha sabido muy bien qué hacer con él. En los primeros años, el
Consistorio rechazó varias ofertas de compra, entre ellas la de la
extinta Caja Provincial de Ahorros de Córdoba, y se decidió a darle un
uso al edificio que nunca definió bien. De hecho, el Palacio Ducal fue
sometido a varias intervenciones de “restauración agresiva”, como lo ha
definido el catedrático de Geografía e Historia, José Naranjo, en varias
ocasiones como la sustitución de sus cubiertas por otras que generan
grandes humedades (y el colapso de sus cimientos) o la ejecución de
varias escuelas taller que han realizado prácticas de albañilería en la
primera planta del monumento.
A día de hoy, el Ayuntamiento de Fernán Núñez sigue sin saber muy
bien qué hacer con el Palacio Ducal y desde luego tampoco dispone de los
fondos necesarios para restaurar el edificio, que se calculan ya en
cinco millones de euros. Hasta Fernán Núñez han llegado ministros como
Miguel Ángel Moratinos, que hace años prometió una especie de escuela
diplomática en el municipio que jamás se concretó y también la
instalación de un hotel de lujo, algo que tampoco ocurrió. El caso es
que el Palacio Ducal sigue cerrado a cal y canto y apuntalado por
dentro, para evitar un desplome que se daría casi por seguro. El
inmueble también está vacío desde hace décadas. Sin embargo, en los
últimos tiempos la asociación cultural Los Ríos ha conseguido a través
de la iniciativa popular salvar varios lienzos del Palacio Ducal,
restaurarlos e incluso exhibirlos en el Ayuntamiento.
Recientemente, el consejero de Turismo, Rafael Rodríguez, ha visitado
el Palacio Ducal a instancias de la alcaldesa de Fernán Núñez, Elena
Ruiz Bueno (IU). Rodríguez se comprometió a estudiar un proyecto de
urgencia que le ha solicitado el propio Ayuntamiento de Fernán Núñez no
para la restauración completa del edificio sino para actuar con urgencia
y evitar que éste se venga abajo. En concreto, el proyecto estaría
valorado en medio millón de euros y consistiría en la restauración de la
Capilla de Santa Escolástica y la sala contigua, como un primer paso.
El Palacio Ducal de Fernán Núñez fue construido entre 1783 y 1787
después de que el famoso terremoto de Lisboa derribara el antiguo
castillo del municipio. Sobre sus ruinas (una de las torres actuales es
lo poco que se conserva del castillo) se levantó un palacio a imagen y
semejanza del Palacio de las Necesidades de Lisboa, donde era embajador
el conde de Fernán Núñez, Carlos José Gutiérrez de los Ríos. De hecho,
el Palacio de las Necesidades era la sede de la embajada española en
Portugal. De estilo neoclásico, el Palacio Ducal forma parte de un
conjunto arquitectónico uniforme y muy pintoresco en torno a la Plaza de
Armas donde, además de encontrarse el Ayuntamiento, existen otras
dependencias que estaban destinadas a diversos usos como el mesón del
duque, las caballerizas, escuelas, etcétera.