El Obispado de Málaga ha dado su visto bueno a la construcción de un
nuevo retablo en la basílica de la cofradía de la Esperanza, en la calle
Hilera de Málaga. Un proyecto con un coste aproximado de 1.100.000
euros y un plazo de ejecución de diez años, que a pesar de ser una
antigua aspiración de esta hermandad -la más rica de
la ciudad junto a la Expiración- es un proyecto envuelto en la
polémica, que encuentra oposición por motivos económicos, religiosos y
morales. Entre otras cosas porque junto a la basílica de la Esperanza,
miles de hambrientos esperan a diario el alimento que les proporcionan
los Ángeles malagueños de la Noche. El Hermano Mayor de la Esperanza,
Manuel Harras, explica a
EL OBSERVADOR / www.revistaelobservador.com esta iniciativa, que comenzará a materializarse a partir del año que viene ‘a pulmón’, sin pedir créditos a los bancos.
LA
Fundación Corinto es un invento malagueño puesto en marcha en el barrio
de la Trinidad desde hace un año gracias a la unión y colaboración de
varias cofradías de la ciudad, no todas. Emplazada en la calle Amargura
del barrio de la Victoria, en la antigua casa hermandad de la cofradía
de El Rocío, funciona como un economato social de corte clásico del cual
se benefician cientos de familias a diario. Es una prueba de la labor
asistencial de los cofrades malagueños y funciona lo suficientemente
bien como para que la iniciativa haya sido copiada por las hemandades de
Granada, que quieren poner en marcha un proyecto similar.
EL
economato de Corinto sirve para resaltar los fines piadosos y
asistenciales, que junto a los religiosos, dan sentido a las cofradías
malagueñas, un colectivo que en conjunto agrupa a más de 60.000 almas en
la ciudad. Sirve también como introducción para hablar de uno de los
proyectos más controvertidos relacionados con la Semana Santa, el del
nuevo retablo de la cofradía de la Esperanza.
LA
Esperanza es de las cofradías más ricas de Málaga y tiene actualmente
en planos dos proyectos. Uno es el de la remodelación de la fachada,
arreglo y redecoración interior de la Iglesia, que está muy verde y ni
siquiera se ha presentado en la Gerencia Municipal de Urbanismo. Y otro
es el del retablo, mucho más avanzado, que ha sido aprobado en una
reñida votación por los hermanos de esta institución, cuenta con el
visto bueno del Obispado de Málaga, tiene un presupuesto aproximado de
1.100.000 euros y un plazo de ejecución de una década. Está rodeado,
además, de polémica. En parte por razones estéticas –hay un debate no
cerrado sobre la disposición de las imágenes- en parte por razones
económicas –hay quien encuentra dificultades de financiación por el
volumen del encargo- y en parte por razones morales –hay quien considera
inaceptable llevar a cabo una obra de estas características en plena
crisis, cuando la ingente cantidad de ciudadanos necesitados se hace aún
más evidente cerca de esta basílica, junto al cauce del Guadalmedina
por el que la larga cola de hambrientos atendidos por los Ángeles
Malagueños de la Noche no deja de crecer.
FRENTE
a estas posiciones, el Hermano Mayor de la Esperanza, Manuel Harras,
defiende el proyecto como una fuente de empleo estable durante diez años
para pequeños artesanos de la ciudad. “Nadie se ha hecho millonario en
estos talleres. Y son actuaciones como ésta las que proporcionan miles
de hora de trabajo a carpinteros, tallistas, escultores, bordadores…
muchos de ellos jóvenes, como los 50 que actualmente están en la Escuela
de Artes y Oficios. Hay que tener en cuenta que lo que se paga aquí son
los materiales; el 90 por ciento del coste de esta actividad se debe a
la mano de obra”, incide Harras.
A este
argumento, Harras añade otro. “Jamás vamos a tocar ni a bajar el listón
de nuestro presupuesto de obra social”, que ronda los 100.000 euros al
año de los cuales, unos 24.000 van destinados a la Fundación Corinto y
el resto a otras entidades asistenciales.